¿El régimen está impugnado por su irrespeto a los derechos humanos y a las libertades políticas de los ciudadanos?

Más allá de los mitos creados por los poderes fácticos, en Venezuela tenemos el segundo,  un sistema político y un modelo de gobierno con una filosofía de avanzada basada en la democracia libre, inclusiva, participativa y protagónica de todos los ciudadanos y ciudadanas. Desarrollamos uno de los sistemas de respeto a los derechos humanos más avanzados del mundo. Venezuela ha sido uno de los países del mundo que ha cumplido los 8 Objetivos del Milenio propuestos por la ONU en el 2000.

Reducimos drásticamente los índices de la pobreza y pobreza extrema, nos declaramos libres de analfabetismo en 2005, alcanzamos la enseñanza primaria universal en el año 2008, cerramos las brechas entre los géneros, mejoramos cualitativamente la salud materna e infantil. Pese a la bestial ofensiva imperialista seguimos catalogados como un país de desarrollo humano alto.

Y fuimos electos y reelectos para el Consejo de Derechos Humanos desde noviembre del año 2012 hasta enero del 2018. Las libertades políticas en Venezuela son amplias y cuentan con todas las garantías.

¿Las autoridades se aferran al poder, a los privilegios de las elites gobernantes y a la fantasía de la sociedad igualitaria?

En Venezuela, tal como en el resto de países con democracias vivas y sólidas, el pueblo elige regularmente y de forma universal, directa y secreta a todas sus autoridades políticas en los niveles nacional, regional y local.

¿Su país vive un drama humano con venezolanos en Colombia, Ecuador, Perú, Brasil, Chile?

Venezuela sufre el drama de un acoso internacional imperialista, una siniestra modalidad de guerra no convencional, una guerra de amplio espectro que se basa en un sabotaje simultáneo de la economía, las finanzas, el comercio, la dimensión energética, la alimentación, la salud,  la cultura y los medios privatizados, fundamentalmente de incomunicación y desinformación. Parte de la guerra es suprimir la existencia de las instituciones del Estado, coaccionarlas, derogar el Estado de derecho y empujar a millones de venezolanos a migrar para luego estigmatizar al gobierno de esta situación y declarar que el país necesita una “intervención humanitaria” por parte de las mismas potencias que están librando esta “guerra sin fusiles” contra nuestro pueblo. Venezuela tiene más ciudadanos colombianos, europeos, peruanos y ecuatorianos viviendo y gozando de todos sus derechos allá, que venezolanos recientemente migrando a estos países.

No hay confianza en el sistema elector. ¿El CNE es acusado de fraguar fraudes en los casi 20 años de régimen?

Que no hay confianza o confiabilidad en el sistema electoral de Venezuela es una mentira del tamaño de una catedral. El expresidente de EE.UU. Jimmy Carter,  presidente del Centro Carter, la agencia internacional más prestigiosa y especializada en sistemas y procesos electorales, ha dicho textualmente que “Considerando las 92 elecciones en las que he participado como observador internacional, yo diría que el proceso electoral en Venezuela es el mejor del mundo”. El proceso es automatizado, se entra al sistema con la huella dactilar, el voto es digital y la máquina de votación emite un comprobante del voto físico que es depositado por el elector en una urna electoral.

La oposición llama a no votar en estas elecciones...

Tras cinco años de sabotaje contrarrevolucionario contra el presidente Maduro y la exigencia a llamar a elecciones anticipadas, acordadas con la oposición en los diálogos de República Dominicana, ahora la supuesta oposición se pliega al libreto occidental de abstención para descalificar la decisión ciudadana mayoritaria.

En 23 procesos electorales desde 1999, nunca se han presentado pruebas de fraude contra el poder electoral venezolano. (I)