El paso por Colombia del venezolano Henrique Capriles, opositor del gobierno del presidente Nicolás Maduro, no solo fue planificado sino que cumplió con uno de  sus objetivos: convulsionar las relaciones entre Colombia y Venezuela.

Este es el panorama que resume el analista y catedrático Bernardo Ramírez, sobre el resultado de la reunión de Capriles con el presidente colombiano Juan Manuel Santos, en Bogotá, lo cual disgustó al Gobierno venezolano.  

“Las intenciones de Henrique Capriles y los movimientos de derecha que residen en Colombia no son un secreto ni hacen falta cuerpos de inteligencia para conocer que su plan de llegar a Bogotá era alterar las buenas relaciones entre Santos y Maduro. Esto lo sabía el gobierno de Santos, lo sabía la canciller María Ángela Holguín, lo sabía el Congreso colombiano, lo sabían los partidos políticos y todos dejaron que Capriles viniera e hiciera lo que le diera la gana, como así lo hizo, paseándose como Pedro por su casa”, expresó el politólogo e investigador.

En su corta estadía, Capriles se reunió con el presidente del Senado, Roy Barreras, y el de la Cámara de Representantes, Augusto Posada; con el precandidato presidencial del partido de Centro Democrático, Óscar Iván Zuluaga -el grupo político que es abanderado del ex presidente Álvaro Uribe-, y reconoció que su presencia en Bogotá forma parte de una campaña internacional.

“Voy a ir a varios países hermanos para denunciar la situación de Venezuela, la forma como Nicolás Maduro, sigue derrochando las ganancias del petróleo, regalándole crudo a Bolivia, Ecuador, Nicaragua, Uruguay y Argentina. Eso no puede continuar así”, indicó Capriles en una de las reuniones con sus allegados en Bogotá, según trascendió en los medios locales.

Durante su visita a Bogotá, en una de sus exposiciones, el político venezolano dijo: “Estoy haciendo un recorrido donde tengo amigos, en los países donde todavía me aceptan, pero por ningún motivo iré a países como Ecuador, donde el presidente Rafael Correa es una persona incondicional con Maduro y forma parte de la izquierda antidemocrática del continente; ni mucho menos voy a ir a Bolivia, donde Evo Morales es casi un mensajero de Maduro. ¿A qué voy a visitar esos países donde los gobiernos son seguidores de Maduro, pero no sus pobladores?”.

Asimismo, El Telégrafo pudo establecer que en su visita de dos días a Colombia, Capriles no solo se reunió con políticos colombianos -no lo hizo con el expresidente Álvaro Uribe-, sino también con empresarios venezolanos que desde hace tiempo están residiendo en Bogotá y que antiguamente pertenecieron a la nómina de la petrolera estatal venezolana Pdvsa.

Se calcula que en Colombia se ha incrementado la presencia de venezolanos en los últimos dos años y que la colonia pasó de apenas 3 mil ciudadanos a casi 15 mil, de acuerdo con cifras que maneja el Departamento Nacional de Estadística.

Colombia niega complot

En un afán por solucionar el impasse, el presidente Juan Manuel Santos negó ayer que desde su país se esté “fraguando” algún plan para  desestabilizar al Gobierno venezolano y consideró que  la  visita de  Capriles ha generado un  “malentendido”.

El mandatario aseguró que la intención de su gobierno es mantener la dirección diplomática que estableció en agosto de 2010, cuando se reunió con el comandante Hugo Chávez en la Quinta de San Pedro Alejandrino, Santa Marta (norte). “Vamos a solucionar las cosas y los malentendidos con el presidente Nicolás Maduro de forma diplomática y con respeto por nuestros hermanos venezolanos”, precisó el gobernante.

Sin embargo, diversos sectores sociales y políticos de izquierda sentaron su protesta por la actitud del presidente Juan Manuel Santos de recibir al opositor venezolano.

El Polo Democrático, que es uno de los partidos que se oponen a las políticas del Gobierno colombiano,  criticó duramente la decisión de Santos. A criterio de Clara López Obregón, dirigente de la agrupación, el presidente  permitió que  Capriles empujara al régimen de Colombia a involucrarse en los asuntos internos de Venezuela. “Me parece que el excandidato presidencial Capriles vino a Colombia a involucrar a la institucionalidad colombiana en asuntos internos propios del vecino país”, señaló la líder de izquierda.

López manifestó que lo que está haciendo Capriles con sus giras por distintos países es buscar desestabilizar la región.

Para el senador Jorge Robledo, la decisión del jefe de Estado colombiano fue equivocada y pone en peligro las relaciones diplomáticas entre ambos países.

El legislador considera que la decisión de Santos estuvo impulsada por generar algún golpe de opinión que le representará ciertos créditos electorales. Pese a que opina que el hecho puede generar fricciones entre ambos gobiernos, descarta que ello afecte el proceso de paz.

En este sentido, el jefe negociador del Gobierno en los diálogos de La Habana, Humberto de la Calle, manifestó que Venezuela ha sido un conductor importante en el proceso de paz. “Queremos seguir contando con Venezuela en la mesa de La Habana”, agregó el ex vicepresidente colombiano.

“El papel de ellos ha sido muy importante en la conducción de los diálogos y de verdad esperamos que no se interrumpa”, comentó en referencia a la difícil situación diplomática entre los dos países que originó un pronunciamiento de Nicolás Maduro en el que asegura que revisará su permanencia en los diálogos de paz a raíz de la reunión entre Santos y Capriles.

Por su parte, el dirigente sindical, Octavio Mora, manifestó: “Santos, como buen jugador de póker, sabía las consecuencias e implicaciones que se derivarían de esa reunión que solo le convenía al representante de la oligarquía venezolana”. Y añadió: “Capriles fue el único ganador de ese encuentro”.

ECUADOR RECHAZA LAS ACUSACIONES

La Embajada de Ecuador en Colombia tildó como “falsarias y absurdas”  las aseveraciones de Henrique Capriles, excandidato a la presidencia de Venezuela, en contra de Ecuador, en las cuales intenta confundir a la opinión pública colombiana.

De acuerdo con lo que recogen varios medios de comunicación de ese país, Capriles dijo en rueda de prensa que Ecuador recibió, como dádivas, “más de 6.000 millones de dólares del Gobierno venezolano”. Sin embargo,  la Embajada ecuatoriana, mediante un comunicado, explicó que esa cifra corresponde al pago de las exportaciones de Ecuador hacia Venezuela.

“Con ese mismo razonamiento ilógico de Capriles, Colombia habría recibido como dádiva 15.846 millones de dólares del Gobierno venezolano, entre 2008 a 2012, pues, según el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), ese es el valor de sus exportaciones a Venezuela. En ambos casos el absurdo de la aseveración es evidente”, indica el comunicado oficial.

Anteriormente, Capriles ya había lanzado esta falsa información en Venezuela. En respuesta, el canciller Ricardo Patiño le pidió  tomar clases de economía elemental. “Ante la reiteración de la falsedad, que intenta confundir a la opinión pública colombiana, cabe añadir la necesidad de que tome clases de ética (Capriles)”, fue el comentario del embajador de Ecuador en Colombia, Raúl Vallejo.