Talibanes luchan contra el programa de salud
Campaña de vacunación era fachada para el espionaje
La insurgencia islamita Talibán declaró hace años la guerra a la campaña de vacunación contra la poliomielitis en Pakistán, bajo el argumento de que era un plan de Occidente para esterilizar a las musulmanas y también para encubrir actividades de espionaje.
Al parecer no estaban nada lejos de la verdad. Este martes, el diario The Washington Post reveló que la Agencia Central de Inteligencia (CIA) utilizó la supuesta campaña de vacunación como cobertura de operaciones de espionaje en Pakistán, lo que ha dañado la reputación de organizaciones humanitarias.
La asistente del presidente estadounidense, Barack Obama, para seguridad interior y antiterrorismo, Lisa Moncayo, prometió que esas acciones no se repetirán en el futuro.
Moncayo hizo esa promesa al responder una carta enviada a la Casa Blanca por decanos de 12 escuelas públicas de salud, quienes expresaron que “el uso de una actividad humanitaria para encubrir misiones de espionaje provocó serias consecuencias colaterales a los empleados sanitarios a nivel global”.
Los directivos de dichos centros de enseñanza protestaron por el hecho de que la CIA utilizó al cirujano pakistaní Shakil Afridi para buscar información sobre el paradero del líder de Al Qaeda, Osama Bin Laden, bajo la cobertura de una campaña de inmunización en la ciudad de Abbottabad, en Pakistán, donde la agencia sospechaba que se encontraba refugiado. La idea era obtener el ADN de los niños y contrastarlo con el obtenido por las autoridades estadounidenses de la hermana de Bin Laden, fallecida en Boston en 2010.
La misión encargada al médico fracasó y Afridi fue acusado de traición por tribunales pakistaníes y condenado a 23 años de prisión. Mientras que Bin Laden fue asesinado en mayo de 2011 durante una operación clandestina de comandos estadounidenses en Abbottabad.
Organizaciones internacionales humanitarias en Pakistán se vieron obligadas a abandonar ese país y algunos de sus empleados resultaron muertos por acciones violentas de grupos armados talimanes que percibían sus actividades como tareas de interés de los servicios de inteligencia estadounidenses, agrega The Washington Post.