Las autoridades regionales de la mayoría de Brasil se han movilizado para revisar la seguridad de las discotecas con el objetivo de evitar que se repita un incendio como el que causó al menos 236 muertos el pasado domingo en la ciudad de Santa María, informaron  fuentes oficiales.

En Río de Janeiro se clausuraron cuatro locales en los barrios turísticos y principales zonas de ocio de la ciudad, mientras que otros cuatro famosos establecimientos fueron amonestados por fallas de seguridad.

Desde el pasado lunes, en Río se clausuraron 127 locales, 52 fueron multados y 20 han sido amonestados, según un balance presentado hoy por el coronel Sergio Simões, comandante del Cuerpo de Bomberos, en una rueda de prensa.

Las principales irregularidades registradas son la falta de señalización de las salidas de emergencia, la obstrucción de las vías de escape o la existencia de defectos en algunos equipamientos, como extintores.

El Cuerpo de Bomberos de Sao Paulo, el estado más rico y poblado de Brasil, inició el pasado miércoles la operación "Prevención Máxima", bajo la cual ya se han inspeccionado centenares de locales en toda la región.

La Agencia de Fiscalización de Brasilia, a instancias del gobernador regional, Agnelo Queiroz, decidió adelantar su campaña anual de inspecciones a bares y casas nocturnas.

Los inspectores de la capital clausuraron 16 locales que tenían la documentación irregular y, en algunos casos, despacharon a los clientes de los bares, que respondieron con abucheos, según mostraron las televisiones locales.

Medidas similares han sido adoptadas por las autoridades de Río Grande do Sul, estado meridional donde ocurrió el incendio, además de otras regiones como Paraná (sur), Minas Gerais (sureste), Pernambuco (noreste) y Amazonas (norte), según informaciones de los órganos de seguridad regionales y municipales.