Brasil moviliza a 8.500 militares para reforzar seguridad de Río de Janeiro
El gobierno brasileño ordenó el viernes el despliegue de 8.500 militares para integrar una fuerza de 10.000 hombres con misión de combatir el crimen organizado en Río de Janeiro, un estado azotado por la violencia.
Camiones con tropas circulaban a inicios de la tarde por la ciudad, después deque el presidente Michel Temer firmara el decreto que "autoriza el empleo de las Fuerzas Armadas en el Estado".
El ministro de Defensa, Raul Jungmann, indicó que no está previsto, en principio, un patrullaje militar "ostensivo" en las calles de Río y que las tropas se concentrarán en trabajos de inteligencia y en acciones "sorpresa", principalmente en la zona metropolitana del Estado.
"Vamos a llegar al crimen organizado, a sus cadenas de mando", afirmó Jungmann en una conferencia de prensa en una base militar de Rio.
La movilización se prolongará hasta el 31 de diciembre, según establece el decreto presidencial.
Con 6,5 millones de habitantes y una enorme desigualdad social, la ciudad de Río enfrenta altos niveles de criminalidad, alimentados por bandas de delincuentes fuertemente armados.
La sensación de inseguridad se ha agravado por la catastrófica situación financiera del Estado, que retrasó el salario de muchos de sus funcionarios, incluidos los policías.
De media, tres personas fueron víctimas cada día de balas perdidas en los seis primeros meses del año, según un estudio del diario O Globo.
En lo que va de 2017, una de cada cuatro escuelas tuvo que cerrar por determinados periodos o se vio obligada a interrumpir cursos a causa de tiroteos u otros tipos de enfrentamientos, según la Secretaría Municipal de Educación, citada por la estatal Agencia Brasil.
"Estamos repitiendo la fórmula de los Juegos Olímpicos de 2016, que tanto éxito tuvo", afirmó Jungmann.
Para la seguridad de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Río, en agosto y septiembre de 2016, se desplegaron 85.000 militares y policías, el doble que en Londres-2012. (I)