El gobierno de Brasil militarizó su frontera con Paraguay, Argentina, Uruguay y Bolivia, en el marco de la denominada “Operación Ágata”, que se extenderá hasta finales de agosto y cuyo objetivo es neutralizar el tráfico ilegal de armas, explosivos, mercancías y drogas.   

Apoyados por aviones, helicópteros, barcos y vehículos blindados, casi 10.000 militares realizan desde el martes operativos de control en varios puntos fronterizos en el marco de la quinta edición de esta megaoperación.

Las operaciones abarcan inicialmente un área de casi 3.900 km de largo e incluyen los estados de Rio Grande do Sul, Santa Catarina, Paraná y Mato Grosso do Sul.

Los controles  se concentran en las carreteras, ya que se trata de una frontera seca, e incluyen el abordaje a conductores, indicó el comandante del regimiento, teniente coronel Claudio Pellegrini Louzada.

“Es una operación de frontera que tiene por objetivo, sobre todo, la represión de la criminalidad”, precisó el ministro de Defensa, Celso Amorim, quien tenía previsto visitar ayer la zona.    

La operación fue comunicada previamente a los cuatro países, y se suma a los esfuerzos que desde 2011 viene realizando el gobierno para combatir el crimen en todas las fronteras, indicó ayer un funcionario del Ministerio de Defensa que acompaña las acciones.

Las autoridades buscan combatir el tráfico ilegal de armas, drogas y mercancías, especialmente la venta de explosivos que son utilizados para robos en cajeros automáticos en Brasil.

Otra de las principales preocupaciones del gobierno brasileño de Dilma Rousseff es el tráfico de drogas que se filtra desde Bolivia, considerado el tercer productor de cocaína en el mundo y las autoridades brasileñas consideran que el 92% de su producción llega a Brasil por las fronteras.   

Una vez los militares concluyan sus trabajos, la Policía Federal realizará la Operación Centinela, que busca reforzar el control en las mismas zonas.      

El año pasado, operativos similares dieron como resultado la confiscación de 104.326 kilogramos de drogas y la detención de 4 mil sospechosos.