Benedicto XVI promete "respeto y obediencia" a su futuro sucesor
"Prometo respeto incondicional y obediencia al nuevo papa", afirmó hoy Benedicto XVI ante los cardenales que se despidieron de él en el Vaticano, en su último día como Pontífice.
"Entre vosotros, en el Colegio Cardenalicio, está el futuro papa, al que ya prometo mi respeto incondicional y obediencia. Continuaré cerca de vosotros con las plegarias, especialmente en estos días (del cónclave), para que seáis plenamente dóciles a la acción del Espíritu Santo en la elección del papa", señaló Benedicto XVI, al que se le vio sereno, sonriente y relajado, en el discurso de despedida a los cardenales.
El papa Ratzinger, que a las ocho de la tarde de Roma (19.00 GMT) dejará de ser jefe de la Iglesia Católica, destacó la cercanía, solidaridad y consejos recibidos de los cardenales en sus ocho años de pontificado.
"En estos años hemos vivido con fe momentos bellísimos de luz radiante en el camino de la Iglesia, junto a momentos en los que las nubes se condensaban en el cielo. Hemos intentado servir a Cristo y a su Iglesia con amor profundo y total, que es el alma de nuestro ministerio", dijo el papa.
Benedicto XVI abogó para que el Colegio Cardenalicio sea "como una orquesta, en la que la diversidad pueda llevar a una armonía acorde".
"Permanezcamos unidos, queridos hermanos, en las plegarias y especialmente en la Eucaristía. Así servimos a la Iglesia y a toda la humanidad. Esta es nuestra alegría, que nadie nos puede quitar", agregó.
El Obispo de Roma se refirió a la Iglesia y dijo que esta no es una "institución inventada por alguien, construida sobre una mesa, sino una realidad viviente, que vive transformándose aunque su naturaleza siempre es la misma, ya que su naturaleza es Cristo".
El papa se despidió de los cardenales en la monumental Sala Clementina. Asistieron un centenar y tras sus palabras departió uno a uno con todos los purpurados.
En algunos momentos se le vio reír con ganas, cuando algún cardenal, como el filipino Luis Antonio Tagle, de 55 años, el más joven de los purpurados, algo le dijo al oído.
En nombre de los cardenales, el decano del Colegio Cardenalicio, Angelo Sodano, le expresó "gratitud" por sus ocho años de pontificado.
Sodano dijo que todos, "con ansiedad", se unían alrededor del papa y recordó la frase pronunciada por Benedicto XVI al final de los recientes ejercicios espirituales, cuando les agradeció "por estos ocho años en los que llevasteis conmigo con gran competencia, afecto y amor, el peso del ministerio petrino", para afirmar que son ellos, los cardenales, los que tienen que agradecerle a él "el ejemplo que nos ha dado en estos años".
El decano dijo que la voz de la Iglesia se escuchará en la tierra hasta que la voz del ángel del Apocalipsis proclame "el tiempo se ha acabado, se ha cumplido el misterio de Dios".
"Terminará así la historia de la Iglesia junto a la historia del mundo", precisó el purpurado.
Este ha sido el único acto, de carácter privado, previsto para hoy por Benedicto XVI en su último día de pontificado.
Esta tarde, tras el almuerzo, Benedicto XVI abandonará el Palacio Pontificio del Vaticano y se trasladará a la villa Pontificia de Castel Gandolfo, a una treintena de kilómetros al sur de Roma, donde se alojará hasta que estén acabadas las obras de restauración del convento de monjas de clausura existente dentro del Vaticano, donde vivirá.