Benedicto XVI dejó de ser papa este jueves, tal y como él lo decidió, cuando el pasado 11 de febrero anunció que renunciaba porque, debido a su avanzada edad, ya no tiene "fuerzas para ejercer adecuadamente el ministerio petrino".

El Vaticano entra así oficialmente en periodo de "Sede Vacante" abriendo la vía a la celebración de un cónclave que podría iniciarse en torno al 10 de marzo para elegir al próximo jefe de la Iglesia católica.

Cuando sonaron las 20:00 (hora local) en el campanario de Castel Gandolfo, la bandera del Vaticano quedó a media asta y dos guardias suizos en uniforme de gala cerraron las dos grandes puertas de la residencia papal, marcando simbólicamente el fin de su pontificado.

Previamente, Benedicto XVI se asomó al balcón central del palacio para saludar a las miles de personas reunidas en la plaza, en lo que constituyó el último acto público como Sumo Pontífice.

Ante la muchedumbre que lo despedía, el hasta hoy Papa dijo que de ahora en adelante será "un simple peregrino que se encamina para su última etapa como peregrino en la tierra".

"Gracias, gracias de corazón", señaló. "Quisiera trabajar aún con todo mi corazón, con mi amor, oración y reflexión por el bien de la Iglesia y por el bien de la humanidad", agregó, al tiempo que los fieles le aclamaban y aplaudían.

A Castel Gandolfo, ubicado a unos 30 kilómetros al sur de Roma, Benedicto XVI arribó a bordo de un helicóptero a las 17:24 (hora local), 17 minutos después de despegar del Vaticano.

Poco antes había escrito su último tuit: "Gracias por vuestro amor y cercanía. Que experimentéis siempre la alegría de tener a Cristo como el centro de vuestra vida", decía en la cuenta @pontifex.

Horas antes se despidió de 144 cardenales a quienes dijo: "Vamos a permanecer unidos, queridos hermanos".

En la residencia de Castel Gandolfo residirá los próximos dos meses antes de retirarse en un monasterio del Vaticano.

Le acompañan sus dos secretarios -el prefecto de la Casa Pontificia, el arzobispo Georg Ganswein, y Alfred Xuereb- y las cuatro seglares consagradas que le ayudan, la llamada "familia pontificia".

Ratzinger llevó consigo los documentos y apuntes privados, mientras que los del pontificado y los de la época en que fue prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe quedarán en el Vaticano para ser archivados.

Benedicto XVI seguirá llamándose Su Santidad y tendrá el título de "Papa Emérito" o "Romano Pontífice Emérito", vestirá sotana blanca, sin esclavina, y calzará zapatos marrones.