La  condena del juez  Baltasar Garzón a once años de inhabilitación, por haber ordenado escuchas ilegales en una investigación de un caso de corrupción, desató protestas en España de activistas de derechos humanos, mientras que cientos de personas protestaron en la conocida Puerta del Sol contra la sentencia y el conocido magistrado afirmó que la apelará.

Muchos estaban furiosos con el Tribunal Supremo que consideró que Garzón era culpable de haber ordenado las escuchas  en un caso que implica a importantes hombres políticos españoles. Ninguno de los acusados en ese caso fue condenado. En cambio,  el juez de 56 años fue inhabilitado, lo que pone de hecho un fin a su carrera de magistrado.

En una nota hecha pública a última hora de la tarde del jueves,  Garzón  rechazó frontalmente la condena y aseguró que acudirá a todas las vías legales que correspondan para combatirla, publicó el diario El País.

El primer paso que dará su abogado será recurrir en amparo ante el Tribunal Constitucional, un recurso que se puede interponer alegando que se ha producido una vulneración de derechos fundamentales (los protegidos en los artículos 14 a 29 de la Constitución, entre ellos el derecho a la tutela judicial efectiva).

Si el Constitucional no admitiera a trámite el recurso de amparo, o no lo estimara, aún quedaría la posibilidad de recurrir ante el Tribunal de Estrasburgo (Francia) por vulneración de alguno de los derechos recogidos en el Convenio Europeo de Derechos Humanos. “Nuestro propósito es agotar todas las vías posibles”, señala el letrado de Garzón, Francisco Baena.

Además de la  condena que recibió Garzón en un caso de corrupción que implica a varios de los miembros del Partido Popular, el juez espera el veredicto por los cargos de abuso de poder en una investigación sobre las atrocidades cometidas durante la dictadura de Franco a pesar de una amnistía.  “Parece que los enemigos de Garzón tienen lo que querían”,  expresó  Reed Brody, consejero legal de Human Rights Watch.

A su vez, Pedro Nikken, presidente de la Comisión Internacional de Juristas, señaló  que la combinación de casos contra Garzón dejan pensar que habría una campaña en su contra.

El ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, señaló, por su parte,   que el gobierno tiene el más absoluto respeto por las decisiones que adoptan los magistrados en este caso, mientras que la jefa del gobierno regional de Madrid, Esperanza Aguirre, miembro del Partido Popular (en el poder), expresó que es un día “muy alegre para España y la democracia”.  “¿Sabe por qué? Porque los fines, y no dudo que los fines de Garzón sean loables,   no pueden justificar los medios y esa es la base del Estado de derecho”, enfatizó.

A los reclamos de las agrupaciones de Derechos Humanos se sumaron los de la plataforma “Solidarios con Garzón”. Cientos de personas se manifestaron, la noche del jueves,  en el centro de Madrid para mostrar su solidaridad con el juez. La concentración tuvo lugar en la conocida Puerta del Sol, en la que los manifestantes desplegaron una pancarta con la imagen del magistrado en la que se   leía: “Contra los juicios de la vergüenza”. El portavoz de la plataforma

“Solidarios con Garzón”, Jaime Ruiz, leyó un manifiesto asegurando que el Alto Tribunal quería expulsar a Garzón de la judicatura española porque “molestan los jueces independientes que quieren acabar con la corrupción y juzgar los crímenes del franquismo”.

Entre los manifestantes   se encontraba el líder de la formación Izquierda Unida (IU), Cayo Lara, quien señaló que espera una reacción popular importante de todos los demócratas del país de manera pacífica y tranquila, para decir al Supremo que la Justicia que está aplicando no coincide con lo que piensa la mayoría de los ciudadanos.

La hija del juez, María Garzón, escribió una emotiva defensa de su padre, conocido en el mundo por haber intentado hacer extraditar de Londres en 1998 al ex dictador chileno Augustro Pinochet. “Nos han tocado, pero no hundido; y lejos de hacernos perder la fe  (...) nos han dado más fuerza para seguir luchando por un mundo en el que la Justicia sea auténtica (...), remarcó.