Fue la última prueba ante la ciudadanía, el último test masivo previo a las elecciones del próximo domingo 19 de noviembre. En el debate presidencial de la noche del lunes en Chile, los ocho candidatos a La Moneda intentaron quemar sus últimas municiones sobre los temas que más preocupan a los chilenos: delincuencia, educación, salud y economía. La política exterior estuvo completamente ausente del foro, al igual que asuntos relacionados con la cultura y el deporte.

Aunque en estricto rigor fue más bien una presentación de propuestas, con escaso debate e interpelaciones directas, el foro presidencial fue seguido con atención por una buena cantidad de chilenos, marcando hasta 45 puntos de rating, un buen número para la televisión abierta. El debate fue transmitido en cadena nacional por cuatro de los principales canales del país: Chilevisión, Mega, Televisión Nacional de Chile y el 13.

Los candidatos respondieron uno a uno las preguntas de cuatro conductores y el primero en presentar su propuesta fue el ex Presidente Sebastián Piñera (centroderecha 2010-2014), amplio favorito en las encuestas, quien prometió disminuir el desempleo, pero se negó en dos ocasiones a responder sobre cuáles programas del gobierno de Michelle Bachelet pretende cortar. “No voy a decir el detalle de los programas ahora, pero vamos a reducir un 20% los viajes, viáticos, horas extraordinarias de ciertas personas fuera de Chile, porque son excesivos. Podemos exportar 2,5% en un país que ha aumentado el gasto público en más de un 20% en los últimos cuatro años”, dijo.

Piñera intentó esquivar los golpes, pero se le vio incómodo, a diferencia de los anteriores debates. De hecho, en uno de los momentos más comentados por los chilenos, en una de sus exposiciones y al intentar defenderse, citó a Lenin al afirmar que “miente, miente, miente, que algo queda”. Sin embargo, minutos después y cuando ya las redes sociales ardían con comentarios respecto a que la frase no era del líder bolchevique, el candidato de la ultra izquierda, Eduardo Artes- que marca 0% en los sondeos- le hizo saber que en realidad el autor de aquella declaración era Joseph Goebbels, el ministro de la propaganda del régimen nazi. Piñera salió mal parado, pero después dijo que “con la ayuda de Google” se había dado cuenta que cometió un error. De todos modos, Goebbels tampoco sería el autor de la controvertida frase.

A quien se le vio un poco más sereno fue a Alejandro Guillier, uno de los dos candidatos de la alianza de Bachelet, la Nueva Mayoría, quien marcha segundo en los sondeos, por lo que es el mejor perfilado para pasar al balotaje de diciembre. Guillier fue interpelado porque en 2006 hizo propaganda a favor de las isapres, una de las instituciones privadas de salud más cuestionadas por los chilenos, pero anoche respondió: “Mi rol como periodista es uno, mi rol como gobernante es otro. Vamos a regular el sector (de salud) porque en Chile están habiendo prácticas dañinas para la ciudadanía”.

Tanto Piñera como Guillier intentaron sortear las interpelaciones de sus rivales, especialmente las de Marco Enríquez-Ominami, un ex diputado de centroizquierda de la antigua Concertación, que se presenta por tercera vez a la Presidencia y que marcha cuarto en los sondeos. “Considero que hay dos candidaturas inhabilitadas. Piñera, cuyos ex asesores son hoy en día abogados de narcos; y el otro, Alejandro Guillier, que fue interpelado por su propio equipo, no por mí, por el fiscal nacional”, apuntó este candidato, popularmente conocido como “MEO”. Además, este abanderado, que fundó su propio partido, señaló: “Los ahorros de Chile son gigantescos. (Si llego a la Presidencia) retiraré cuatro mil millones de dólares de los ahorros de Chile que están en bonos y bancos”.

Con su estrategia, MEO intentó invisibilizar a Beatriz Sánchez, la candidata del centroizquierdista Frente Amplio, quien marcha tercera en las encuestas y lucha por pasar a la segunda vuelta, algo que se ve poco probable. A Sánchez se le vio segura, pero careció del entusiasmo y la claridad que ha mostrado en otros debates presidenciales. Sánchez ha prometido poner fin al sistema de pensiones privado (las llamadas AFP) y señaló: “El compromiso es que la jubilación más baja esté siempre a la altura del salario mínimo y el tope máximo; nada de jubilazos de cinco millones de pesos (unos ocho mil dólares) y el tope será de 2,3 millones de pesos”.

Otro momento que sacó chispas en las redes sociales fue cuando el candidato de ultraderecha, José Antonio Kast, le preguntó a uno de los periodistas sobre qué método anticonceptivo utilizaba. Ello, porque la esposa de Kast, madre de nueve hijos, señaló en una entrevista que su marido no aceptaba otra cosa que el “método natural”. De todos modos, si bien Kast, un ultra católico, defendió el método natural, dijo que si llega al gobierno enseñaría a los jóvenes a cómo usar los preservativos en clases de educación sexual.

Los otros candidatos, la demócratacristiana Carolina Goic y el senador de izquierda Alejandro Navarro, se enfocaron principalmente en temas de salud, principalmente en el rol de los médicos y la construcción de hospitales. (I)