El presidente sirio, Bashar al Asad, nombró este domingo un nuevo gobierno, pero manteniendo en sus puestos a los ministros de Defensa, Interior, Justicia y Relaciones Exteriores, en un contexto de guerra civil que devastó la economía del país.

El jefe de Estado decretó "la formación de un nuevo gobierno sirio dirigido por el ingeniero Imad Jamis", según la agencia oficial Sana.

Jamis, nombrado primer ministro el 22 de junio, había recibido el encargo de formar un nuevo ejecutivo, tras la puesta en marcha de un nuevo parlamento después de las elecciones legislativas del 13 de abril organizadas en los territorios controlados por el régimen.

Catorce nuevos ministros entran en este gobierno que cuenta, además de con el jefe de gobierno, con 26 ministros y cinco secretarios de Estado. Entre los nuevos ministros figuran los titulares de Finanzas, Economía y Comercio Exterior, Industria e Información.

La guerra en Siria comenzó en marzo de 2011 con la represión de una serie de protestas contra el régimen de Bashar al Asad, fruto de la primavera árabe que derrocó a varios gobiernos en esa zona y del que se generó el Estado Islámico (EI). Desde entonces, el conflicto ha matado a más de 280.000 personas y ha obligado a millones de sirios a abandonar sus hogares.

Según los expertos, la economía del país retrocedió también tres décadas, con infraestructuras destruidas en su mayoría y la mitad de la población desempleada. La producción petrolera se encuentra casi paralizada.

Más del 80% de la población vive bajo el umbral de la pobreza, según un estudio publicado en abril de 2016 por Naciones Unidas y la universidad Saint Andrews en Escocia. El estudio revela también que la economía se contrajo un 55% entre 2010 y 2015. (I)