Los presidentes del Mercado Común del Sur (Mercosur), reunidos ayer en la XLIX cumbre en Asunción, se comprometieron a profundizar la integración entre los países del bloque y a buscar acercamientos con otras agrupaciones comerciales, en una cita que estuvo marcada por el roce entre los representantes de Argentina y Venezuela.

En su intervención, el nuevo presidente argentino, Mauricio Macri, pidió ayer la “liberación de los presos políticos en Venezuela”, un alegato que la canciller venezolana, Delcy Rodríguez, rechazó y calificó como injerencia, en la cumbre de Mercosur, en Asunción.

Macri, un ingeniero de centro-derecha que participó por primera vez en un encuentro del Mercosur, dijo que el bloque no debería tolerar la persecución política por razones ideológicas.

“Quiero pedir expresamente aquí, delante de los queridos presidentes, por la pronta liberación de los presos políticos en Venezuela”, dijo Macri, quien asumió la presidencia el 10 de diciembre.

Aunque el presidente venezolano, el socialista Nicolás Maduro, no viajó por compromisos internos, su canciller Delcy Rodríguez participó en la cita y acusó al mandatario argentino de interferir en los asuntos internos de su país en la cumbre.

“Usted está haciendo ‘injerencismo’ sobre los asuntos de Venezuela (...) Usted está defendiendo este tipo de manifestación, esta violencia política”, dijo Rodríguez durante su intervención mostrando fotografías de las violentas protestas de inicios del 2014 que cobraron la vida de más de 40 personas.

Firman compromiso

En la cumbre los gobiernos de Argentina, Brasil, Uruguay, Venezuela y Paraguay reafirmaron su compromiso “con la profundización del proceso de integración regional para contribuir al desarrollo económico con inclusión social”, en una cumbre marcada por los pedidos de los gobernantes de ampliar las relaciones con otros grupos y países.

El comunicado del Mercosur no menciona los intentos del grupo por llegar a una negociación con la Unión Europea (UE) para establecer un tratado de libre comercio, cuestión que arrastran ambos bloques hace más de una década, pero que había tomado fuerza con reuniones técnicas durante este año.

El presidente paraguayo, Horacio Cartes, quien hasta ayer ostentaba la presidencia temporal del grupo, que ahora fue traspasada a Uruguay, declaró que el Mercosur ya ha completado su oferta e informado a la UE y que aguarda una respuesta concreta de los países europeos para comenzar las negociaciones.

Los jefes de Estado también acordaron convocar “en el breve plazo” una reunión de alto nivel con la Alianza del Pacífico, a fin de abordar temas de interés común, según la declaración firmada durante la cumbre.

Paraguay señala estancamiento

Durante su intervención el mandatario anfitrión, Cartes, recordó cómo hace casi 25 años en Asunción se creó el bloque regional, como un ambicioso proyecto de integración.

Sin embargo, en su opinión, “estamos aún muy distantes de la concreción del anhelado Mercado Común, y menos aún de haber alcanzado el estadio de Zona de Libre Comercio, objetivos fundacionales”. “Nos encontramos todavía reclamando la necesidad de garantizar el libre tránsito y la eliminación de las restricciones arancelarias y no arancelarias para nuestros productos”, agregó.

El actual modelo del bloque, según el jefe de Estado, “ha demostrado su fragilidad y falta de mayor compromiso hacia los países de menor economía. Tampoco ha sido un factor determinante para conseguir la disminución de las brechas económicas y sociales existentes”.

Tabaré trazará agenda

El presidente de Uruguay, Tabaré Vázquez, quien recibió la presidencia del organismo, reiteró su compromiso de trabajar en las relaciones entre los países integrantes del bloque y con otros procesos de integración extrarregionales.

“Nosotros, quienes somos responsables ante nuestros pueblos de mejorar su calidad de vida, estamos en la obligación de trabajar”, apuntó el mandatario uruguayo.
Vázquez también abogó, una vez más, por ampliar la relación comercial entre los países miembros del Mercosur con Europa y otras organizaciones externas.

Para el mandatario uruguayo, el organismo regional está “un tanto fatigado”, no obstante, aseguró que esto no significa desconocer todo lo que se ha hecho desde un cuarto de siglo.

De esta manera aseguró que Uruguay “no tiene la intención de malgastar su mandato en la presidencia temporal del Mercosur (primer semestre de 2016) en lamentos, discursos exuberantes o en acciones anémicas, sino que tenemos el compromiso de trabajar pertinazmente” a partir de una agenda de interés común y “objetivos razonables”, por lo que llamó a avanzar en los aspectos económicos. El presidente boliviano, Evo Morales, por su parte, instó a los países latinoamericanos a unirse para enfrentar la actual crisis económica. (I)

Instan a firmar protocolo de DD.HH.

El bloque pide respetar la democracia

El acuerdo de los presidentes del Mercosur puso énfasis en el respeto de las instituciones democráticas, los derechos humanos y las libertades fundamentales. Como pocas veces lo hicieron en anteriores cumbres, los gobernantes alentaron a los Estados parte que no ratificaron aún el protocolo de derechos humanos firmado hace 10 años “a adherirse a la brevedad posible a este y otros instrumentos jurídicos que recogen estos principios fundamentales” en el ámbito del tratado regional.

Los objetivos del Mercosur “se orientan a profundizar la integración y el desarrollo de los pueblos, la consolidación de la democracia, la plena vigencia de las instituciones democráticas y el respeto de los derechos humanos y de las libertades fundamentales”, apuntó el documento suscrito por los mandatarios al terminar la cumbre.

El comunicado conjunto resaltó que lo antedicho “son condiciones esenciales para la vigencia y evolución del proceso de integración”. El “Protocolo de Asunción sobre Compromiso con la Promoción y Protección de los Derechos Humanos del Mercosur” está vigente desde hace 10 años. Solo falta la ratificación por parte de Venezuela, que se incorporó al bloque en 2012.

Ratificaron por otra parte su determinación de fortalecer la dimensión social y ciudadana de la integración y la necesidad de seguir impulsando acciones para fortalecer el modelo de desarrollo inclusivo. (I)