Angela Merkel no logra un acuerdo sobre migración
El bloque conservador, liderado por Angela Merkel, canceló este lunes 02 de julio la reunión de su grupo parlamentario horas antes del encuentro decisivo, esta tarde, entre la canciller alemana y su ministro del Interior, quien amenazó con dimitir si no se logra una línea común en materia de política de asilo.
La reunión del grupo parlamentario conjunto formado por la Unión Cristianodemócrata (CDU) de Merkel y la Unión Socialcristiana (CSU) del ministro del Interior, Horst Seehofer, iba a ser la última oportunidad de los partidos hermanados de limar asperezas y avanzar hacia un acuerdo.
La crisis del gobierno
“Tendremos que enfrentar críticas de todos lados”, anunció Angela Merkel en noviembre de 2016, cuando aceptó su cuarta candidatura a la Cancillería.
En ese momento, la cristianodemócrata ya tenía 11 años en el cargo. Ella describió su decisión como “cualquier cosa, menos una ligereza; ni para Alemania ni para el partido (CDU) ni para mí personalmente”.
Diez meses más tarde, en las elecciones de septiembre de 2017, quedó evidente el peso de las palabras de Merkel. Aunque la CDU se mantuvo como la fuerza política más fuerte sufrió grandes pérdidas.
Su primer intento de forjar una coalición con Los Verdes y los liberales fracasó. “¿La razón? A Merkel le habría faltado verdadero poder de decisión”, describe el portal alemán de noticias Deutsche Welle (DW).
La canciller perdió en estos últimos años su espacio. En la nueva coalición con los socialdemócratas, Merkel hizo muchas concesiones. Sin embargo, lo más duro fue la pérdida del Ministerio del Interior, que asumió la Unión Socialcristiana (CSU), el partido bávaro conservador.
Este cargo lo asumió Horst Seehofer, el hombre que pone a tambalear a su gobierno.
La apertura de la frontera para los refugiados, en septiembre de 2015, fue descrita por Seehofer como “el régimen de la injusticia”, incluso la amenazó con presentar una demanda ante el Tribunal Constitucional Federal. Una afrenta sin precedentes para la canciller, con la que Seehofer alcanzó el endurecimiento de la ley de asilo.
Los gobiernos de Polonia, Hungría, Austria e Italia, por otra parte, se suman a una especie de bloque anti Merkel. De acuerdo con la DW, ellos desaprueban su forma calmada de gobernar.
Es decir, sin el apoyo de Francia, España y Grecia, la mujer (aún) más poderosa del mundo hubiera caído hace mucho tiempo. Un fracaso del que se salvó durante lo más álgido de las crisis de refugiados gracias al pacto con Turquía. Este acuerdo es una prueba de cuánto depende ahora Merkel de otras figuras influyentes y poderosas.
Los escenarios posibles
Seehofer propuso el domingo su renuncia pero luego dejó en suspenso esta decisión para permitir que se lleve a cabo la última sesión de negociaciones con Merkel.
El ministro del Interior detalló tres escenarios: podría unirse a las filas, o pasar de las objeciones de Angela Merkel e imponer por sí mismo las expulsiones en las fronteras, lo que provocaría su despido del cargo y una posible ruptura de la coalición gubernamental. La tercera opción posible sería una renuncia. Mencionó que en un plazo de “tres días” dará a conocer su decisión.
De su lado, la canciller no puede ceder ante Seehofer, sino que probablemente los socialdemócratas den un portazo al gobierno.
Si la mayoría del gobierno se derrumba con la partida del CSU, Merkel podría intentar un gobierno minoritario o tratar de construir una mayoría con otros socios, u optar por encaminarse hacia unas elecciones anticipadas. Tampoco se descarta, sin embargo, la salida del poder de la canciller. (I)
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Otro barco humanitario bloqueado en Malta
Un segundo barco humanitario de una oenegé que rescata inmigrantes en el Mediterráneo fue bloqueado en el puerto de Malta, informó este lunes 2 de julio la asociación alemana Sea-Watch, que fletó la embarcación.
Al Sea-Watch 3 le fue impedido zarpar de Malta “sin que las autoridades informaran el motivo legal”, comunicó la oenegé. Por su parte, las autoridades maltesas no han confirmado la información.
El caso es similar al ocurrido la semana pasada tras el secuestro en Malta del barco Lifeline, buque humanitario fletado por la organización alemana que lleva el mismo nombre.
La embarcación, que llegó con 233 personas a bordo, se encuentra inmovilizada en el muelle, mientras los inmigrantes han sido distribuidos en centros de recepción para el trámite de identificación y envío a los ocho países dispuestos a recibirlos.
Según Sea-Watch, la organización es víctima de una “campaña política” para impedir el rescate de migrantes por parte de oenegés en el Mediterráneo.
El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) indicó que 163 inmigrantes murieron en varios naufragios entre el viernes y el domingo frente a las costas de Libia. Un mil personas perdieron la vida en lo que va de 2018. (I)