Anastasiadis logra una clara victoria en las presidenciales de Chipre
Los electores chipriotas han optado por dar un nuevo voto de confianza al conservador Nikos Anastasiadis al elegirle hoy con una clara mayoría del 56 % % para un nuevo mandato de cinco años.
En la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, el líder del partido conservador DISY se impuso claramente a su rival Stavros Malás, el candidato independiente que concurría por el izquierdista AKEL, quien obtuvo un 44 %.
En una primera reacción en su cuenta oficial de Facebook, el presidente agradeció la confianza de sus electores y señaló que con ellos seguirá construyendo una nueva era en Chipre.
Nada mas conocerse los resultados, el viejo y nuevo presidente de Chipre recibió las primeras felicitaciones desde la Unión Europea.
En un telegrama, el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, afirmó estar deseando continuar su estrecha colaboración en pro de una Europa más unida.
El resultado de hoy fue claro, a pesar de que la victoria frente a Malás no fuera tan holgada como hace cinco años: en lugar de 15 puntos, la diferencia fue de 12.
La mayoría de los institutos demoscópicos habían visto desde un principio una victoria clara para Anastasiadis, pero se habían vuelto cautelosos tras la primera ronda, cuando la diferencia con Malás se había reducido a cinco puntos porcentuales.
La participación fue del 73,9 %, más de siete puntos porcentuales por debajo del 81,58 % alcanzado en 2013, aunque algo por encima del 71,9 % de la primera ronda.
La clara victoria le permitirá a Anastasiadis continuar con la política emprendida hace cinco años, cuando asumió la jefatura de Estado y Gobierno en un momento de máxima crisis del país.
Apenas un mes después de jurar en el cargo, el líder conservador que había sustituido a un Gobierno de izquierdas firmaba un rescate financiero por valor de 10.000 millones de euros, destinado sobre todo a salvar a una banca que se encontraba prácticamente en quiebra.
Para ello tuvo que aceptar el primer corralito en la historia de la Eurozona. Tras doce días de cierre bancario, Chipre impuso una dolorosa reestructuración bancaria que incluyó quitas a los depósitos superiores a los 100.000.
Durante la campaña, Malás no dejó de reprochar al líder conservador que pese a todos los sacrificios, la cartera morosa de los bancos sigue siendo extremadamente elevada.
Anastasiadis ha prometido seguir adelante con la reconstrucción económica del país, y durante las últimas semanas ha recalcado repetidamente que bajo su mandato Chipre concluyó con éxito el programa de asistencia financiera y volvió a la senda del crecimiento económico, con un incremento del PIB del 3,9 % en 2017, el más alto en la Unión Europea.
Entre los primeros objetivos políticos que retomará en las próximas semanas figura un nuevo acercamiento al líder de la comunidad turcochipriota, Mustafá Akinci, con quien en 2015 había logrado retomar las negociaciones para la reunificación de la isla tras una larga pausa.
En verano pasado, sin embargo, las conversaciones dieron nuevamente al traste en una conferencia celebrada en Suiza que había comenzado prometedora y a la que ambos líderes habían acudido con una propuesta para el reparto territorial de la isla, un hecho calificado de histórico en la larga historia de este proceso de paz.
Entre ambos existía además consenso de que el futuro diseño político de la isla debía ser una federación bicomunal y bizonal.
Finalmente, las negociaciones fracasaron ante la negativa de Chipre y Grecia de seguir aceptando la presencia de potencias garantes en la isla (Reino Unido, Grecia y Turquía), y el rechazo de Turquía a retirar sus tropas de la parte septentrional.
Un total de 550.876 electores estaban convocados a las urnas para elegir al nuevo presidente por un mandato de cinco años.
Las de hoy eran las decimoterceras elecciones presidenciales en la historia de Chipre. (I)