América es la región más violenta del mundo, según un informe de la OEA
La Organización de Estados Americanos (OEA) alertó este martes que América es la región más violenta del mundo, con el registro de una persona muerta cada cuatro minutos, según un informe presentado por la Secretaría de Seguridad Multidimensional del organismo.
"Desde que comencé a hablar al menos se ha producido un homicidio doloso y cuando acabe se habrán producido entre 8 y 10", lamentó el responsable de esta secretaría, Adam Blackwell, que presentó el informe sobre seguridad en las Américas en el marco de la 41 Asamblea General que la OEA celebró hasta mañana en San Salvador.
Blackwell indicó que en el mundo se producen 8 muertes violentas por cada 100.000 habitantes, mientras que esa tasa casi se duplica en Latinoamérica, con 14,9 casos por cada 100.000 habitantes.
Seis países de la región, que no identificó, superan los 44 homicidios por cada 100.00 habitantes, en la comunidad Andina la tasa es de 32,9, mientras que en el caso de los países del NAFTA (Estados Unidos, Canadá y México) desciende a 7,1.
Esto demuestra, según Blackwell, "grandes diferencias" entre los países y subrayó que "no se puede caer en el error" de considerar a Latinoamérica como una región "homogénea", por lo que cada país "debe adaptar sus esfuerzos a sus propias realidades".
No obstante, subrayó la importancia de cooperar y compartir información porque "no es posible aplicar políticas eficaces sin diagnósticos eficaces".
Este informe, que recoge datos de América entre el año 2000 y 2010, "no es para castigar más a un país o una región" sino para poner de manifiesto que "hay que enfrentar esta crisis".
El secretario indicó que hay muchos factores que influyen en esta situación, como "la desigualdad, la pobreza, la educación", y estas cifras muestran que "hay que buscar mejores soluciones".
"Espero que el año próximo volvamos y podamos mostrar una mejora", concluyó.
La 41 Asamblea General de la OEA está centrada en el tema de la seguridad ciudadana en las Américas y los países miembros del organismo buscan consensos para aprobar una resolución que incluya las directrices de una política coordinada para combatir la violencia e inseguridad en el continente.