La directora de recursos humanos en la gigante de la indumentaria deportiva Adidas renunció, tras las críticas de varios empleados, quienes consideran que la empresa no ha fomentado la diversidad en su fuerza de trabajo.

La renuncia de Karen Parkin llegó después de que un grupo de empleados instó a que la junta supervisora de Adidas investigara a la ejecutiva, por su estrategia para abordar los asuntos raciales en el ámbito laboral.

Asimismo, los empleados han presionado a la compañía de Herzogenaurach, Alemania, para abrir un canal público que permita denunciar de forma anónima cualquier problema de racismo.

A mediados de junio, el diario The Wall Street Journal fue el primer medio en informar acerca de las exigencias de los empleados afroamericanos.

“Estoy profundamente comprometida con nuestras metas de crear una empresa más diversa, inclusiva y equitativa”, dijo Parkin, integrante del consejo, en un comunicado.

“Aunque hemos alcanzado progresos en muchas áreas, hay mucho más trabajo por hacer. Sin embargo, me ha quedado claro que, para unificar a la organización, será mejor que yo me retire y allane el camino para un cambio”.

Igor Landau, presidente de la junta supervisora de Adidas AG, dijo en un comunicado que la decisión de Parkin refleja su creencia en que un nuevo liderazgo en el área de recursos humanos “generará el avance más rápido que necesita Adidas en este momento”.

Tras las protestas contra la brutalidad policial, generadas por la muerte de George Floyd, por la que están acusados cuatro agentes de MInneapolis, Adidas, al igual que otras empresas recurrieron a las redes sociales para mostrar apoyo a la equidad racial.

Pero los empleados de Adidas y de otras compañías, como Amazon, las han acusado de hipocresía, tras señalar que sus propias fuerzas de trabajo carecen de diversidad.

Luego de las críticas, Adidas anunció que invertiría 120 millones de dólares en iniciativas enfocadas en poner fin a la injusticia racial y apoyar a las comunidades negras de Estados Unidos hasta 2025.

Entre otras iniciativas, prometió que un mínimo del 30% de todos los puestos nuevos —internos y externos— sería ocupado por talento afrodescendiente y latino.