Alemania recuerda a las víctimas gitanas del régimen nazi
Supervivientes del campo de concentración de Mittelbau Dora, cerca de la ciudad de alemana de Nordhausen, en el centro del país, recordaron este lunes a las víctimas del nazismo y concretamente el destino prácticamente desconocido de las etnias gitanas sinti y roma deportadas a este lugar.
El holandés Zoni Weisz, cuyo padre murió en este campo de concentración creado en 1943 como anexo al de Buchenwald, habló de un "holocausto olvidado" contra su pueblo.
Se calcula que medio millón de sinti y roma fueron exterminados por el régimen nacionalsocialista.
Weisz denunció que 67 años después de la liberación de aquel campo de concentración aumentan de forma alarmante los estigmas y el aislamiento del que es objeto el pueblo gitano en algunos países del este de Europa, fuera y dentro de la Unión Europea.
El campo de concentración de Mittelbau Dora se convirtió en los últimos años de la II Guerra Mundial en el lugar central de confinamiento de muchos varones sinti y roma, donde eran obligados a trabajar en galerías subterráneas en la producción de misiles V2.
Los varones sinti y roma fueron enviados a Mittelbau Dora una vez disuelto el centro de concentración para familias gitanas dentro del campo de exterminio de Auschwitz, donde sus mujeres y niños habían sido asesinados en cámaras de gas.
El campo de Mittelbau Dora fue liberado por los aliados estadounidenses junto al de Buchenwald el 11 de abril de 1945.
Del total de 60.000 presos que pasaron por este campo, únicamente uno de cada tres logró sobrevivir, y, al ser liberado, las tropas de EEUU sólo hallaron con vida a varios centenares de presos.
Poco antes del final de la guerra, las unidades SS nazis todavía enviaron a 40.000 presos a las denominadas marchas de la muerte.
El pasado miércoles, cerca de 150 personas recordaron en Buchenwald la liberación hace 67 años de este campo de concentración nazi por las tropas estadounidenses.
Entre 1937 y 1945, fueron recluidos en este lugar en las afueras de Weimar unos 250.000 presos, de los cuales 56.000 perdieron la vida.