Un niño germano-iraquí de 12 años, al parecer por motivaciones yihadistas, quiso hacer estallar un artefacto en un mercadillo navideño, anunciaron las autoridades alemanas, que calificaron esta caso de "horroroso".

La investigación apunta a un niño "radicalizado" que "pudo ser incitado o recibir órdenes a distancia" por un miembro de la organización Estado Islámico (EI) para cometer un atentado en Ludwigshafen (sudoeste), después de haber planeado este verano unirse al grupo yihadista en Siria, informó el viernes la revista alemana Focus, citando una fuente judicial.

La fiscalía general de Frankenthal confirmó la implicación del niño, nacido en Ludwigshafen. Interrogado sobre un posible móvil islamista, habló de "indicaciones".

"Puedo confirmar que hemos abierto una investigación luego de descubrir una bomba de clavos en Ludwigshafen", declaró por su parte un portavoz de la fiscalía general, Stefan Biehl, sin dar más detalles.

Que un individuo tan joven pueda planificar un proyecto de este calibre chocó incluso al gobierno.

"Naturalmente es una información que horroriza", comentó Steffen Seibert, el portavoz de la canciller Angela Merkel, que pidió que "la investigación siguiera su curso".

Según la fiscalía de Frankenthal, el niño habría intentado en vano activar en dos ocasiones, el 26 de noviembre y el 5 de diciembre, el mismo artefacto de fabricación casera, primero en un mercadillo navideño y después en la plaza del Ayuntamiento.

Según Focus, un transeúnte halló el 5 de diciembre en unos arbustos cercanos al Ayuntamiento una mochila con un frasco lleno de polvo, con una mecha y repleto de clavos.

"Se extrajo una muestra y era inflamable", confirmó el fiscal general de Frankenthal, Hubert Ströber.

El niño, demasiado joven para ser procesado penalmente, fue entregado a los servicios sociales, según esta misma fuente. (I)