Aldemir Bendine, actual presidente del Banco de Brasil, reemplazará a Graça Foster al frente de Petrobras, la mayor empresa del país inmersa en un supuesto escándalo de corrupción, informaron ayer los principales medios de prensa brasileños.

La noticia derrumbó más de 7% las acciones de la estatal petrolera en la bolsa de Sao Paulo, porque Bendine, aunque no pertenece a ningún partido político, es asociado al Partido de los Trabajadores (PT) de la presidenta Dilma Rousseff.

El consejo de administración de Petrobras se reunió ayer para elegir formalmente a la nueva cúpula de la empresa. Hasta la tarde, ni la presidencia brasileña ni Petrobras confirmaron la noticia.

Bendine, de 51 años, es funcionario de carrera del estatal Banco do Brasil, el mayor banco de Latinoamérica en activos, al que entró como pasante hace 32 años. Preside la institución desde 2009.

Ahora enfrenta una dura tarea. Debe restaurar la confianza en la empresa socavada por la fijación de precios, acusaciones de soborno y favores políticos, y mejorar el acceso a los mercados de capitales que se ha visto afectado por el escándalo.