Trípoli.-

Los comicios para elegir a la nueva Asamblea Nacional libia, tras el derrocamiento de Muamar Gadafi, comenzaron ayer en medio de una gran tensión ante una serie de actos de sabotaje y brotes de violencia. Se reportó el asesinato de una persona en un recinto electoral en la localidad de Ajdabiya. 

Los colegios electorales en Libia abrieron ayer sus puertas a las 8:00 hora local (6.00 GMT), en las primeras elecciones legislativas que se celebran en el país desde 1964.

En Trípoli, la capital del país, numerosos vehículos recorrieron los barrios de la ciudad con banderas y tocando el claxon para festejar las elecciones legislativas, de las cuales saldrá el Consejo Nacional General, que sustituirá al actual Consejo Nacional de Transición, máxima autoridad del país desde el estallido de la revuelta popular armada que acabó con el régimen de  Gadafi.

Pero el ambiente festivo que se vivió en la capital contrastó con la situación en Bengasi, la segunda ciudad del país, y en otras localidades del este, en que se registraron varias agresiones contra centros electores, que  se vieron obligados a suspender momentáneamente las elecciones, como ocurrió en las localidades de Ajdabiya y Brega. 

Según una fuente de seguridad de Bengasi, grupos de libios defensores del federalismo, que controvierten la representación del este  en la asamblea legislativa, y algunos islamistas radicales, irrumpieron en varios centros de voto y quemaron o robaron las urnas, poco después de la apertura de los colegios.

Hasta las 16:00 horas locales, a cuatro horas del cierre de la jornada electoral, el presidente de la Comisión Suprema Electoral, Nuri al Abar, estimó que al menos 1,2 millones de libios, un 42,8% aproximadamente, de los 2,8 millones registrados en el censo electoral, habían ejercido su derecho a voto.

Los votantes debían elegir 200 legisladores, 120 escaños están reservados para candidatos independientes y 80 para los miembros de los más de dos centenares de partidos que concurren a los comicios.