Los abusos sexuales laceran el catolicismo
“Vergonzosamente les debo decir que no supimos escuchar ni reaccionar a tiempo” frente a los escándalos de abusos sexuales en el seno de la iglesia chilena, reconoció esta semana el papa Francisco en una carta dirigida a la Conferencia Episcopal de Chile.
En el texto, Francisco se refiere a una “Iglesia enferma de clericalismo”. Y es que los escándalos de pedofilia en el clero chileno y su encubrimiento, que condujeron a la renuncia de todos los obispos de ese país, constituyen uno de los múltiples casos de abuso sexual a menores que han sacudido al catolicismo en todo el mundo en las últimas décadas.
América Latina
En Chile toda la jerarquía de la Iglesia presentó su renuncia en el contexto de un gran escándalo de pedofilia y encubrimientos, que obligaron a una serie de mea culpas del papa Francisco, quien primero había defendido al obispo Juan Barros, acusado de encubrir por décadas al cura Fernando Karadima, condenado por abusos sexuales a menores en los años ochenta y noventa.
México fue protagonista de uno de los casos más graves y significativos del innegable fenómeno que atañe a la iglesia Católica.
El caso del fundador de la influyente congregación ultra conservadora los Legionarios de Cristo, el padre Marcial Maciel, castigado y relevado en 2006 del sacerdocio bajo el pontificado de Benedicto XVI por haber abusado de menores, llevó una triple vida con dos mujeres y varios hijos y su caso empañó la imagen del papa Juan Pablo II, quien por años se negó a escuchar a las víctimas y lo defendió.
Recientemente, la ciudad ecuatoriana de Cuenca fue escenario de marchas y protestas por casos de abuso sexual contra menores y que tienen en el centro de escena al sacerdote César C., sobre quien recaen acusaciones por hechos sucedidos hace más de 40 años. Mientras en Guayaquil se investiga al sacerdote Fernando I. por presuntos abusos a diez menores.
Australia
Se trata de uno de los escándalos más recientes y graves, ya que involucra al “ministro” de Economía y número tres del Vaticano, el cardenal George Pell, de 76 años, imputado por varias agresiones sexuales entre 1979 y 1990 y juzgado actualmente en su país.
La inculpación de Pell a comienzos de mayo, que se proclama inocente y reconoce solo haber fallado en la gestión de los curas pederastas, es el último acto de una larga investigación nacional sobre la respuesta institucional en Australia a los abusos sexuales cometidos contra niños, solicitada por el gobierno en 2012 tras una década de protestas por parte de las víctimas.
La investigación concluyó que en Australia entre 1950 y 2010 el 7% de los curas habían sido acusados de actos de pederastia.
Estados Unidos y Canadá
Entre 1950 y 2013, la iglesia estadounidense recibió denuncias de aproximadamente unas 17.000 víctimas de abusos cometidos por unos 6.400 miembros de su clero.
Según expertos del Vaticano cerca de 100.000 menores sufrieron abusos. Varios prelados importantes tuvieron que renunciar a inicios de los años 2000 por haber cerrado los ojos, incluidos los cardenales Roger Mahony (Los Ángeles) y Bernard Law (Boston), quienes fallecieron a finales de 2017.
En Canadá, la Iglesia católica y otras iglesias, así como el gobierno, tuvieron que pagar $ 1.000 millones canadienses (706 millones de euros) de indemnizaciones en 2002. A fines de la década de 1980, las revelaciones de abuso de niños en un orfanato oriental de Terranova entre 1950 y 1960 destaparon el escándalo.
Europa
En Irlanda, responsables del arzobispado de Dublín ocultaron por décadas los abusos sexuales cometidos por sacerdotes contra cientos de niños. Cerca de 14.500 niños fueron víctimas de esos abusos. Cuatro obispos renunciaron en el marco de uno de los escándalos que encaró el papa Benedicto XVI (2005-2013).
En Alemania, la Iglesia católica ha sido objeto desde 2010 de una serie de acusaciones, procedentes sobre todo de niños que estuvieron en escuelas e internados en los años 70 y 80, incluidas varias instituciones prestigiosas.
Se denunciaron abusos sexuales contra niños en 19 de las 27 diócesis católicas alemanas.
Entre las revelaciones más impactantes se destaca una sobre los abusos contra los pequeños cantores de la coral de Ratisbona, dirigida de 1964 a 1994 por el hermano del papa Benedicto XVI, monseñor Georg Ratzinger.
En Francia la justicia anunció que en enero de 2019, el arzobispo de Lyon, Philippe Barbarin, será juzgado por no haber denunciado el caso del padre Bernard Preynat, acusado de haber abusado de unos 70 niños scouts.
En junio de 2017, el exobispo de Orleáns, André Fort, fue acusado de no haber querido ver los abusos a varios menores.
En Austria, los escándalos llevaron al Vaticano a sustituir a dos prelados ultraconservadores de alto nivel, el arzobispo de Viena, Hans Hermann Groër en 1995 y obispo de Sankt Pölten Kurt Krenn en 2004 al final del papado de Juan Pablo II.
En Bélgica, el obispo de Brujas, Roger Vangheluwe, renunció en 2010 después de reconocer el abuso sexual de dos de sus sobrinos. Desde 2012, la Iglesia de Bélgica ha desembolsado cerca de cinco millones de euros a víctimas de hechos prescritos.
En Holanda, desde comienzos de 2010 se han registrado miles de demandas de personas que afirman haber sufrido abusos sexuales cometidos por miembros del clero en los años 50, 60 y 70 y se han identificado unos 800 presuntos autores.
En Polonia, el papa Francisco destituyó en 2013 al nuncio o embajador en la República Dominicana, el polaco Jozef Wesolowski, por las acusaciones de abuso sexual de menores. El religioso murió en 2015, un día antes de su juicio. (I)