Paquita Morejón: “Estos delitos contra los niños no pueden quedar en la impunidad”
Está al frente de dos colectivos sociales que trabajan por los derechos femeninos y de las familias. Francisca Morejón, preside Nosotras por la Democracia y es la coordinadora de la Red de Mujeres Políticas del Ecuador. Ella conversó con EL TELÉGRAFO sobre los abusos sexuales cometidos contra los niños y la Iglesia Católica.
¿Se ocultan estos delitos de manera deliberada?
Los abusos sexuales de los sacerdotes en contra de los niños, en Cuenca, estuvieron escondidos debajo del tapete. Nos ha llamado la atención que ya se conocían, pero nadie dijo nada porque se trataba de clérigos. Incluso otras agrupaciones sociales que salieron a las calles para la marcha “Con mis hijos no te metas”, organizada por la iglesia, permanecen en silencio. Es un delito atroz en contra de lo más importante de la sociedad: los niños.
¿Los sacerdotes que abusan sexualmente de niños deben ser castigados por la ley y por el Vaticano?
Si es una persona corriente le imponen 22 años de prisión. ¿Por qué no a un integrante del clero que comete este delito y es delincuente? Él debe ser sancionado por la ley y el Vaticano, no estamos en el cielo. Soy católica y respeto la espiritualidad. Pero si una persona de Dios viola a un niño atenta contra la sociedad. Y tiene que ser sancionado para crear jurisprudencia. No puede tener privilegios porque es sacerdote.
¿A los violadores de niños se les debe encerrar para siempre o someterlos a la castración biológica?
Es difícil pensar en eso; se contrapone a los derechos humanos. No sé si aumentar las penas, lo importante es que el delito no quede en la impunidad. Está el caso del padre del exvicepresidente, Jorge Glas, que violó a una menor de 12 años y la dejó embarazada. Él fue el director de la escuela de la niña. En ese caso, la Justicia fue selectiva con ese señor.
¿Cómo prevenir estos casos?
Los padres deben enseñar a sus hijos a ser fuertes y valientes para denunciar lo que les hacen. Pero, sobre todo, deben confiar en ellos. Imaginemos ¿cómo se siente un niño al que no le creen y lo llaman mentiroso? El Estado debe protegerlo, pero ¿cómo hacerlo si no existen registros sobre estos crímenes en los últimos 10 años? Eso es indispensable para hacer políticas públicas. (I)
