Más de 2 millones de sirios se aventuraron a Europa, huyendo de la guerra interna de su país. Dos millones de ellos hasta el momento están entre Turquía y Líbano esperando una oportunidad para refugiarse en un país de la Unión Europa (UE).

Estas estadísticas fueron entregadas por Manuel Dos Santos, jefe del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), durante el foro ‘Análisis de la situación migratoria de los refugiados sirios en Europa”.

El conversatorio se realizó ayer en Guayaquil y fue organizado por la  Universidad de Especialidades Espíritu Santo (UEES). En la exposición sobre la situación de los refugiados, Dos Santos agregó que 7,5 millones de ciudadanos están desplazados internamente.

La docente Connie Dávila, magíster en Estudios Internacionales de la Paz de la International University of Japan, explicó que las mujeres y los niños son los grupos más vulnerables del tráfico de migrantes.

Desde Siria hasta Europa se cuentan episodios de violencia, abuso sexual y los migrantes, por su cultura y religión no denuncian los hechos. “En el camino hacia Europa no solo tienen que pagar sus viajes con actos sexuales, sino que se enfrentan a violaciones y casamientos forzados”, agregó.

Dávila expresó que en los campos de refugiados, las madres se ven obligadas a casar a sus hijas menores con hombres de 30 años o más por seguridad. Otra problemática es que muchas familias sirias no pueden inscribir a los niños que nacen en una situación migratoria difícil.

En Líbano, por ejemplo, se contabilizan 140 mil niños no registrados.  

Isidro Fierro, decano de la Facultad de Estudios Internacionales UEES, explicó que el objetivo del foro es concienciar a los estudiantes de los problemas que afrontan países distantes geográficamente. (I)

La migración es un tema extraño en Macedonia

Más de 11 mil migrantes están varados en la frontera griega con Macedonia. El domingo varios de ellos trataron de cruzar la barrera policial y fueron recibidos con violencia. Ante esto el docente de la Universidad Espíritu Santo, Aleksandar Tusev, indicó que el país es tan pobre que no tiene ninguna experiencia histórica con los extranjeros. “Se trata de una nación pequeña y con recursos solo para su gente Para los macedonios, la migración es algo extraño”, agregó el profesor. (I)