A causa de la violencia policial, Estados Unidos reporta 544 personas fallecidas en los primeros 6 meses del año, según un reciente estudio del diario británico The Guardian.

El informe del rotativo indica que al menos 3 norteamericanos pierden la vida al día por acciones represivas de las autoridades.

De todas las víctimas, 478 fallecieron a causa de disparos, 31 murieron al aplicarles la pistola Taser, 16 fueron atropelladas por vehículos policiales y 19 perdieron la vida cuando estaban bajo arresto.

Además del diario The Guardian, otro medio esta vez el Washington Post reporta que el 22% de fallecidos en casos policiales no portaba un arma, lo que denota el abuso de los agentes.

En esta epidemia que se propaga por Estados Unidos, la ciudad de Los Ángeles ocupa un lugar destacado y suman 22 los fallecidos en tiroteos con los uniformados en lo que va del año, según informes policiales.

El diario californiano La Opinión informó que entre los últimos fallecidos constan 2 hombres que sostenían cuchillos en la calle, uno ingresó a una casa abandonada, otro en un carro atropelló a un alguacil y uno más que supuestamente llevaba una pistola en el vehículo.

En el mismo período de 2014 fueron 18 los fallecidos al ser baleados por los agentes del orden de las diversas corporaciones policíacas que hay en el condado, según datos oficiales publicados por el diario Los Angeles Times.

El caso más reciente ocurrió el lunes, a las 10:30, cuando Jason Hendley, afroamericano de 29 años, fue baleado por oficiales del LAPD en una calle de Sylmar luego de que matara a cuchilladas al prometido de su madre.

El mismo lunes, también en la mañana, pero en Lakewood, agentes acribillaron a un hombre que conducía un vehículo BMW y arrolló a uno de los uniformados cuando intentaba arrestarlo.

Otro caso polémico registrado recientemente fue la muerte de un desamparado identificado como Johnny Ray Anderson, de 43 años, quien vivía con su esposa en una casa abandonada de Hawaiian Gardens a donde acudieron oficiales del para matarlo, precisa La Opinión.

Uno de los casos más sonados de muertes a manos de la Policía de Los Ángeles (LAPD) fue la del joven afroamericano Ezell Ford en agosto de 2014, y por la cual el jefe Charlie Beck deberá responder ante un juez.

Los crímenes violentos en la ciudad estadounidense de Los Ángeles, California, aumentaron más del 20% en el primer semestre de este año, en comparación con igual período de 2014, informaron ayer las autoridades locales.

De acuerdo con reportes del Departamento de Policía de la urbe, el incremento se debe principalmente porque ocurren más asaltos -que crecieron 39% en los primeros 3 meses- y robos a mano armada.

En la etapa analizada -hasta el 27 de junio- el número de víctimas de tiroteos ascendió al 19%, mientras en general el índice de delitos creció 12% y las actividades ilegales contra las propiedades de los ciudadanos subió el 10%, en particular por aumentos generalizados en hurtos y sustracciones de vehículos de motor.

Según cifras oficiales, en Estados Unidos hay más de 310 millones de armas en poder de los ciudadanos, un promedio de un artefacto de este tipo por habitante. (I)