La corrupción persigue al Partido Popular (PP). Justo en el momento en el que Mariano Rajoy (foto) comenzaba a tomar oxígeno, favorecido por la presión europea y las dudas que parecen atenazar al Partido Socialista Obrero Español (PSOE) para formar un nuevo gobierno, la Guardia Civil detuvo ayer en Valencia a 24 personas, la mayor parte vinculadas al PP, acusadas de delitos monetarios, entre ellos, los de malversación de dinero público y el blanqueo de capitales.

Se trata del enésimo caso de corrupción masiva que sacude de forma directa al partido conservador que se las ingenia para buscar apoyos necesarios para seguir gobernando. Entre los detenidos se encuentran el expresidente del PP valenciano, Alfonso Rus, y el vicesecretario del partido en esa misma comunidad, David Serra, imputado también en la mayor trama de corrupción de la historia de España como es la Gürtel.

También hay asesores políticos de la exalcaldesa popular de la ciudad de Valencia, Rita Barberá, y otras personas que gozaron de la confianza de Francisco Camps, el compañero de Rajoy que ocupó la presidencia valenciana entre 2003 y 2011.

Además de los arrestos, hay otros 29 imputados por una supuesta red de pago de comisiones, que practicaba mordidas de incalculable valor a los contratos públicos que se firmaron en la Comunidad de Valencia durante los 20 años en los que el PP estuvo en el poder.

Los primeros indicios de la investigación es que pudieron estafar millones de euros a las arcas del territorio. El operativo, bautizado como ‘Taula’, se destapó tras la denuncia realizada en 2015 por una concejal de Izquierda Unida que fue objeto de un intento de soborno.

La reacción del PP fue inmediata, que suspendió a los detenidos a la espera de que el juez determine su vinculación en la trama. (I)