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Todo inició con la evolución

Prepárense para “la comezón del séptimo año”

Prepárense para “la comezón del séptimo año”
14 de diciembre de 2014 - 00:00 - María Eulalia Silva

Es el nombre de una famosa película protagonizada por Marilyn Monroe en la que seduce a un hombre casado. Por entonces ya se había notado que muchas parejas sufrían una crisis cuando llevaban entre cuatro y siete años juntos. Y al parecer eso tiene una explicación: el fin de una etapa evolutiva que trae consigo un nuevo cambio hormonal.

Algunos estudios demuestran que, a diferencia de otros mamíferos, nuestros antepasados comenzaron a formar parejas porque la cría humana tarda mucho tiempo en ser independiente. Necesitaba dos adultos en sus primeros años de vida: uno que la cuidara y otro que buscara alimento. A partir de los cuatro años esa necesidad  disminuía y a no ser que se tuviera otro hijo, no hacía falta que la pareja siguiera junta.

Eso se ha quedado incrustado en el mapa genético y puede explicar la famosa crisis. Ahora el cerebro ya no produce hormonas de satisfacción y desciende el nivel de la vasopresina, la llamada “hormona de la monogamia” y de la oxitocina si se deja de tener sexo.

En este punto la pareja puede separarse o continuar unida si prevalecen los sentimientos de afecto y compañerismo, y los proyectos que tienen juntos. Allí empieza una cuarta etapa que es la que explica por qué muchas uniones duran toda una vida. Amor y enamoramiento son cosas diferentes.

La pasión inetivablemente decae con el tiempo. No es verdad que cuando la pasión se acaba también se acaba el amor: ese es un mito perjudicial para las parejas. Si se abandona una relación buscando volver a sentir la misma pasión del principio pero con otra persona, solo se repetirá el ciclo. (...continúa)

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