En septiembre de 2012, Pablo Cardoso (Cuenca, 1965) obtuvo el Premio Mariano Aguilera a la Trayectoria Artística, en su primera edición, con el respaldo de la galería Procesos Arte Contemporáneo de Cuenca que propuso su candidatura en esta convocatoria pública. Dentro de los objetivos principales del premio, se busca poner en valor los distintos periodos y procesos creativos que ha desarrollado el artista durante su carrera profesional, teniendo en cuenta la necesidad de ampliar el concepto de galardón promovido principalmente por los salones de arte locales, hacia otras formas de reconocimiento del arte contemporáneo.

Con este antecedente, se ha preparado una exposición antológica, cuyo propósito es analizar los diferentes procesos artísticos que constituyen la trayectoria de Pablo Cardoso, desde 1987 hasta la actualidad, haciendo énfasis en unas reflexiones estéticas que están presentes de manera más o menos constante en sus obras, las cuales gravitan sobre la representación del tiempo y la experiencia, el proceso de la mirada y la percepción sensible, dudosa, de la realidad. Se busca indagar sobre los gestos del artista en el hacer pintura, su postura escéptica frente al mundo inestable que habitamos, su interés por las cosas inciertas, los estados transitorios, los lugares imprecisos, y la ironía de los conceptos establecidos como verdad. Resultará, así mismo, importante evidenciar que muchas de sus propuestas artísticas provienen de unos procesos de autorreflexión y búsqueda de lo trascendental, que encuentran su lugar idóneo en los acontecimientos cotidianos y las reflexiones de corte ontológico que estos pueden generar; la pintura en estos desarrollos tiene un valor instrumental potente, que posibilita abordar de manera discreta asuntos personales, íntimos, preocupaciones intensas sobre el discurrir de la vida diaria, siempre en un ejercicio filosófico de pensarse a sí mismo en tiempo presente.

Siguiendo estas intenciones, la exposición presenta al espectador distintas posibilidades de recorridos, creadas para dinamizar el encuentro con los contenidos artísticos y museográficos. El itinerario se organiza en un recorrido central que permite conocer y analizar la obra de Cardoso producida entre 2001 y 2013, desde reflexiones en torno a la (re)invención de trayectos sobre territorios difusos, que posibilitan encuentros consigo mismo, a través de una concienciación de las percepciones sensoriales del entorno circundante (Nowhere, 29.IV.02); la representación estética del tiempo presente, que se manifiesta de manera azarosa en la experiencia sensible de la vida cotidiana (Allende, 6:00 AM); el proceso de la mirada, constituido desde el lugar que ocupa el cuerpo en un territorio, y que construye el paisaje de manera significativa (Geodesia, Coordenadas); el comentario crítico sobre los relatos de la historia y sus contradicciones discursivas-políticas, económicas y sociales (Lebensraum, El Gorro del Obispo); y la reflexión ética y estética sobre las prácticas extractivistas que afectan violentamente espacios naturales y comunidades a nivel local y global (Lebensraum, La Suite del Coan Coan, Lago Agrio, Golem).

Como puntos de inflexión de este itinerario, se presentan dos cortes cronológicos que dan cuenta de procesos menos recientes, pero claves, para comprender la trayectoria del artista. El primero constituye un conjunto de obras en las cuales se exploran la fragmentación narrativa de la imagen y su disposición espacial, la incorporación de objetos y materiales cotidianos en la representación pictórica, y la confrontación de referentes visuales que surgen de la vida diaria: fotogramas de películas, fotografías de lugares familiares y personas conocidas, imágenes mediáticas, etc. (Teoría para ocupar una vacante, El uso del tiempo, Naturaleza Muerta Doble, S, Twins). La cota temporal se sitúa entre 1997 y 2001. El segundo constituye un recorrido de 10 años en la producción de Cardoso desde 1987 hasta 1997, en el cual podrán conocerse los momentos iniciales de su exploración técnica con el aerógrafo(Ciudad, Historia de Yo), las apropiaciones citacionistas que abordan con ironía reflexiones sobre los discursos oficiales de la Historia del Arte (La oscura lengua del sediento, Verdad a dos tiempos), y el valor de la palabra en el desarrollo de procesos de autoconocimiento (Réquiem para Mrs Hartley, Olvido); las representaciones simbólicas de unas inquietudes personales que, posteriormente, se centrarán en los sentidos y la percepción (Los cinco sentidos, Dame nalgadas, Cuatro emanaciones, todas involuntarias, Mifilósofo); y, finalmente, las exploraciones sobre su propia subjetividad a través de autorepresentaciones que ensayan preguntas sobre sí mismo (Yo clueco, Yo Legión, Yo voyeur).

En cuanto a la investigación que sustenta estos recorridos, cabe señalar que Cardoso ha mantenido un organizado archivo de fotografías y textos de prensa, ensayos sobre su trabajo y correspondencia institucional, entre otros insumos documentales, que han facilitado el acceso a la información relativa a su obra. La recopilación y conservación de este material demuestra una preocupación por el registro del tiempo y la experiencia de trabajo día a día durante más de dos décadas. En los años ochenta y noventa, cuando aún los dispositivos tecnológicos digitales no determinaban nuestra manera de relacionarnos con la memoria, Cardoso realizó fotografías analógicas de sus obras, y se preocupó por mantener un archivo muy ordenado de la información sobre su trabajo que circulaba en diarios, revistas, boletines, catálogos, libros, etc. Es importante hacer visible este trabajo tan meticuloso y obsesivo, que se fue hilando paralelamente a su jornada laboral; por lo cual, se ha creado dentro de la exposición un espacio de investigación artística documental, donde se podrá tener acceso a la información relacionada.

Finalmente, es importante reconocer el trabajo del artista, su dedicación y paciencia en diálogos interminables que contribuyeron activamente con la curaduría; sin este aporte invaluable, la presente exposición no sería posible.