Mediante el servicio ‘Encargo de domicilio’, que consiste en el patrullaje con mayor énfasis por las viviendas cuyos propietarios viajarán por las festividades de fin de año, las Unidades de Policía Comunitaria (UPC) intentarán reducir al mínimo los robos.

Para acceder a la prestación, el morador debe acercarse a la UPC de su zona y llenar una ficha con sus datos personales, así los agentes del orden elaborarán una hoja de ruta para planificar la vigilancia.

La coronel Tania Varela, jefa del distrito centro de la Zona 8 de Policía, informó que el programa está vigente desde 2009.

Agregó que en lo que corresponde a su jurisdicción, que entre otras ciudadelas incluye Atarazana, Kennedy, Alborada y Sauces, hasta el momento no se han registrado novedades con los domicilios ‘encargados’.

Como muestra detalló que en lo que va de este año, durante los feriados, 136 familias solicitaron la asistencia y ninguna de sus viviendas sufrió robos. La temporada con mayor demanda fue el feriado de Semana Santa.

También dijo que en el mismo período se registraron hurtos en 5 casas, pero éstas no fueron ‘encargadas’, por ello trabajan en disminuir estos índices, pues esperan que a partir del 20 de diciembre se incrementen las solicitudes de resguardo.

Varela aclaró que esto no significa que cada policía cuide una casa, pero mediante sus rondas de la mañana, tarde, noche y madrugada cumplen con esta tarea.

Conforme a los datos recopilados, basados en las denuncias asentadas en la Fiscalía del Guayas, los índices de robos a viviendas durante feriados bajaron significativamente porque 1.005 efectivos se encargaron de resguardar los domicilios, dijo Varela.

Efecto disuasivo
Con respecto a la efectividad del programa, varios habitantes del Barrio Orellana, que comprende la intersección de las calles Quisquís, Esmeraldas y sus alrededores, manifestaron que los índices delincuenciales han disminuido en relación a lo que sucedía antes.

Para el residente Byron Molina, sin dejar de lado la utilidad del programa, la sola presencia de la estación de Policía tiene un efecto disuasivo. “En el tiempo que estoy acá (año y medio) no he tenido problemas de asaltos”, dijo.

Una habitante con más tiempo en el sector (32 años), Luz Guzmán, recordó que antes los robos en domicilios eran eventuales, pero afirmó que en las calles sí ocurrían de forma reiterada.

“Vemos patrullajes a cualquier hora del día y eso es bueno porque si alguien quiere robar, al ver a los policías lo pensará dos veces”, expresó.

Una estudiante de la Universidad de Guayaquil, Andrea Ruiz, quien transita por las noches por la calle Quisquís, mencionó que hace poco más de un año no había jornada en que a cualquiera de los peatones les arrancharan algún objeto de las manos, hecho que hoy se ha reducido.

Ellos coinciden en que esto responde a la entrada en funcionamiento de la UPC situada en las calles Esmeraldas y Padre Solano, inaugurada en octubre de 2012.

En esa fecha la estación, que brinda servicio al cuadrante de las calles 9 de Octubre, Quito, Piedrahita y Julián Coronel, incluyó también la instalación de 200 botones de seguridad, pero estos se han incrementado de forma paulatina. Una fuente informó que la meta próxima es proveer de 1.000 botones a los habitantes que rodean cada UPC.

Cuando iniciaron las entregas de estos inmuebles, que según el modelo de gestión albergan entre 16 y 22 agentes del orden, el Ministerio del Interior planteó la meta de proveer a los cantones de Guayaquil, Durán y Samborondón (Zona 8) con 111 pequeños cuarteles, ubicados de forma estratégica para cubrir la mayor cantidad de territorio posible.

Recomendaciones para las festividades
No obstante al resguardo permanente de las autoridades, el coronel Luis Carrión, jefe de la Brigada Anti Criminal, mediante un comunicado recomendó a la ciudadanía estar atentos en las calles y evitar en lo posible poner a la vista de otros sus objetos de valor.

Carrión aconsejó que cuando una persona sienta que la persiguen, se acerque a la UPC para solicitar el resguardo de los agentes del orden.

Asimismo, Carrión invitó a los viajeros a que, a más de inscribir su vivienda en el programa de custodia, si tienen posibilidades instalen alarmas, avisen a un vecino de confianza o familiar sobre su ausencia; que antes de salir revisen que todas las puertas y ventanas queden bien cerradas; y que no publiquen en redes sociales que saldrán de la ciudad.