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El Telégrafo
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En ecuador existen seis grupos de apoyo para afectados por estos ilícitos

Un viacrucis atraviesan madres de víctimas de delitos sexuales

Las cruces fueron decoradas por una adolescente que fue abusada desde los 3 hasta los 12 años.
Las cruces fueron decoradas por una adolescente que fue abusada desde los 3 hasta los 12 años.
Foto: Lylibeth Coloma / EL TELÉGRAFO
31 de octubre de 2017 - 00:00 - Redacción Justicia

Eunice tiene el rostro pintado de blanco y en su frente lleva escrita con tinta negra la frase ¡No Más! en rechazo a los delitos sexuales. La mujer carga una cruz que no pesa tanto como el dolor de los recuerdos y de la búsqueda de justicia.

Han transcurrido tres años y siete meses, pero aún recuerda con claridad cuando a través del cristal de una ventana descubrió que el dueño de la casa donde trabajaba, como empleada doméstica, abusaba de su hija justo un día antes de que cumpliera tres años.

El hombre, de más de 60 años, la tocaba mientras se masturbaba. La niña solo repetía: mamá pega, mamá pega. El recuerdo le martilla la cabeza. “Quedó con un grave daño psicológico. Tiene pesadillas. Siempre se asusta y se mete las manos entre las piernas como protegiéndose. No rinde en los estudios, no es una niña feliz. Además está en un tratamiento porque contrajo una enfermedad que se llama Gardnerella (Vaginosis bacteriana)”, contó Eunice, quien sospecha que los ataques sexuales ocurrían desde antes.

El responsable, quien -indicó- es un funcionario público en Santo Domingo de los Tsáchilas (donde ocurrió el caso) continúa libre y ella aseguró que es maltratada por el sistema judicial, pues hasta la amenazaron con quitarle a los hijos por calumniar a las personas, incluso que estaba loca. Su cruz por eso dice: el sistema me culpa a mí y no al abusador.

Esa estructura fue decorada por ‘Jenny’, de 15 años. Ella viste una camisa negra y tiene el rostro pintado similar al de Eunice y otras madres identificadas con la manifestación. Ella fue abusada desde los tres a los 13 años por tres tíos que se alternaban para cuidarla, pues sus padres migraron a Italia y la dejaron a sus cuidados.

Ahora ‘Jenny’ asiste a uno de los seis grupos de apoyo que funcionan a nivel nacional de la fundación ‘Ecuador dice No Más’, dirigida por Paola Andrade y Ricardo Vélez, sobrevivientes de este delito.

Paola Andrade, quien fue abusada desde los cinco hasta los 16 años por personas de su círculo familiar, presentó ayer el mejor modelo de respuesta integral al abuso sexual infantil en el mundo que se aplica hace 32 años en Estados Unidos y ha sido replicado en 25 países.

Explicó que los niños van a un solo lugar, donde realizan la entrevista forense, recolectan evidencias, toman fotos, entrevistan a testigos, tratamiento y examen médico, grupos de apoyo, graduación del tratamiento y seguimiento.

“Todo el sistema trabaja alrededor del niño, con mobiliario adecuado a su tamaño. Él habla máximo con tres personas. No como aquí donde el niño habla hasta con 13 personas repitiendo y siendo revictimizado, eso es un vía crucis y por eso estamos mostrando las cruces”.

Andrade manifestó que este modelo se puede implementar en Ecuador, sobre todo en beneficio de las víctimas. “Porque ahora todos están dando respuestas emergentes, pero nos olvidamos de lo importante: los niños”.

Agregó que no hay que dar un mensaje incorrecto, como que los delitos sexuales solo ocurren dentro de los establecimientos educativos, pues “el principal abusador, según estadísticas, seguirá siendo un familiar. Debemos educarnos y no pensar equivocadamente en no mandar a los niños a las escuelas”.

Anunció que en noviembre se abrirán nuevos grupos de apoyo para madres de niños y adolescentes. Además empezará el ‘Rincón Lúdico infantil’, donde se llevarán a cabo terapias con arte, música y juegos para niños víctimas de este ilícito.

Este es un espacio importante. Así lo considera Paola, madre de un niño de 10 años, que hace dos fue violado por un vecino, amigo de la familia y con quien siempre jugaba fútbol o veían televisión.

“Mi esposo se dio cuenta que mi hijo estaba decaído y solo lloraba. Conversamos con él. El abusador de mi hijo tiene 17 años y está libre. Él tiene derechos, ¿y mi hijo?”, se cuestionó la mujer. (I)

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Hoy inicia juicio contra agresor sexual de menor

El estado de salud del niño violado y contagiado de VIH es grave. El menor fue agredido sexualmente por el chofer de su expreso escolar en uno de los baños del Instituto Rita Lecumberri de Guayaquil. “Ahora está mal y el virus está actuando fuerte. Los médicos me dicen que quizás tenga que volver a hospitalizarlo, porque la carga viral se ha acelerado”, dijo el padre del pequeño.

En tanto, Pedro Granja y Abdalá Bucaram Pulley, abogados de la víctima, interpondrán una demanda civil resarcitoria contra el Estado ecuatoriano por $ 1 millón por no haber garantizado el bienestar del menor como dice la Constitución Política del país y por la inacción de la Fiscalía, cuyo representante, Rómulo Sevilla, ha permitido que el sospechoso del ultraje permanezca libre bajo medidas sustitutivas a la prisión preventiva, cuando, según el Código Orgánico Integral Penal (COIP), esas garantías para un procesado de violación no aplican. “Vamos a enjuiciar al Fiscal del caso... este señor mantuvo libre al violador aduciendo que es de la tercera edad, cuando se conoce oficialmente que tiene 62 años”, expresó Granja.

Bucaram indicó que solicitará al presidente de la República, Lenín Moreno, el inicio de una investigación contra el exministro Augusto Espinosa, por, supuestamente, ejercer presión y amenazas para que no se denuncien los abusos sexuales a estudiantes.

En tanto, hoy, a partir de las 16:00, se inicia la audiencia de juzgamiento, durante la cual los abogados probarán el delito de violación y el contagio de sida al menor cuando tenía 8 años en 2014. “Vamos a lograr la condena de este pederastra”, aseguró Granja. (I)

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CREO pide juicio político contra Augusto Espinosa

El no pago de los incentivos a los docentes jubilados y la ausencia de proyectos que prevengan y combatan la violencia en instituciones educativas, son dos razones por las cuales la asambleísta Jeannine Cruz pedirá al Consejo de Administración Legislativa (CAL) califique el juicio político contra Augusto Espinosa, exministro de Educación y actual parlamentario.

Cruz, quien es parte de la bancada de CREO, indicó que hubo informes de organismos internacionales que alertaron al exministro sobre la situación de violencia en el ámbito educativo, del que fue la máxima autoridad entre mayo de 2013 y noviembre de 2016.

“Durante todo este tiempo guardó silencio y no hizo nada sobre la Convención para la eliminación de toda forma de discriminación contra la mujer (...) Tampoco cuando el Comité internacional expresó su alarma por las informaciones sobre violencia sexual y el hostigamiento de niñas en las escuelas”.

Cruz indicó que el comité instó al ministro a diseñar un plan para erradicar la violencia, Espinosa estableció un protocolo de ruta de violencia sexual en julio de 2014 y se suspendió cinco meses después.

Cruz dijo que el juicio permitirá sancionar políticamente al actual asambleísta y establecer un precedente para alertar a los ministros que cumplan bien las funciones para las que fueron designados.

“El Estado no debe ser cómplice y tiene la potestad de remediar tanto daño que le ha hecho a la niñez ecuatoriana”.

Alfonso Yánez, principal de la Asociación de docentes jubilados, indicó que desde 2008 el Ministerio de Educación no cancela a los jubilados y al menos 200 de ellos fallecieron por enfermedades catastróficas. (I)

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