Un ecuatoriano es detenido en selva panameña por tráfico ilegal de migrantes
Un ciudadano ecuatoriano fue detenido este lunes en la selva del Darién, que hace de frontera natural entre Panamá y Colombia, por presunto tráfico ilegal de migrantes, informaron hoy las autoridades panameñas.
El Servicio Nacional de Fronteras de Panamá (Senafront) explicó en un comunicado que el detenido, cuya identidad no fue relevada, engañó al menos a una veintena de inmigrantes que trataban de ingresar a Panamá a través de la selva del Darién.
Las víctimas denunciaron que el detenido, que fue puesto a disposición de la Fiscalía, les pidió $ 65 por persona para ayudarles a cruzar la selva y que más tarde desapareció con el dinero.
El delito de trata de personas tiene distintas versiones como la esclavitud laboral, el tráfico de órganos, el tráfico de migrantes o la explotación sexual.
La ONU calcula que la trata es una actividad ilícita que mueve anualmente $ 32.000 millones en todo el mundo, solo por detrás del narcotráfico, y el 70% de sus víctimas son mujeres.
En Panamá, que reconoce la trata como un delito desde 2011 gracias a la aprobación de la Ley 79, el más frecuente es la explotación con fines sexuales y la mayoría de las víctimas son extranjeras.
Las autoridades panameñas han rescatado desde 2014 a un total de 190 víctimas de trata de personas, ha desmantelado 16 organizaciones internacionales y ha procesado a 50 criminales, según la Comisión Nacional contra la Trata de Personas.
La selva del Darién, que es Parque Nacional desde 1980 y Patrimonio de la Humanidad de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) desde 1981, actúa de frontera natural entre Colombia y Panamá y en la actualidad no hay ninguna carretera que la atraviese.
Es el único punto del continente donde se interrumpe la carretera Panamericana, que va desde Alaska hasta el Cabo de Hornos, la zona más meridional de Argentina.
El Darién, cuya capital es La Palma, estuvo durante mucho tiempo bajo el dominio de los narcotraficantes y la guerrilla colombiana. Actualmente está habitada por cerca de 50.000 personas, la mayoría de ellas indígenas, según el censo de 2010. (I)