El crimen ocurrió el 30 de junio de 2009
“Quiero saber dónde dejaron al bebé”, reclama Rosa Bustamante
Tenía solo 14 años cuando María Avilés Bustamante se embarazó y el novio no quiso hacerse responsable del bebé. Un día apareció muerta y desmembrada en una caja de impresora, abandonada en la carretera. El crimen no quedó sin castigo, las autoridades policiales, fiscales y judiciales llevaron al chico y a sus progenitores, de profesión médicos, al banquillo de los acusados. Ahora deben pasar 25 años encerrados en una cárcel.
Rosa Bustamante, madre de la fallecida, siempre sostuvo que el motivo fue el supuesto odio de la pareja de médicos hacia María José, pues ella tuvo una relación amorosa con Eduardo y quedó embarazada. Él ya tenía 18 años.
Bustamante aseguró que Eduardo tampoco quería que nazca la bebé, cuyo cuerpo no ha sido localizado. “Quiero saber dónde dejaron a la bebé”, dijo la señora al pie de la Corte de Justicia del Guayas, cuando esperaba que se convoque a la audiencia de juzgamiento.
El odio, el temor, la vergüenza pueden llevar a una pareja a matar a una persona, y luego el miedo, a descuartizarla, sostiene el sicólogo forense de la Policía Nacional, Segundo Romero, al referirse al caso de la adolescente Avilés, quien no gozaba de la simpatía de César Moscoso y Marianita Poveda, progenitores de Eduardo, pareja de la víctima.
El crimen ocurrió el 30 de junio de 2009, cuando María desapareció luego de ir al colegio. Pero su cuerpo fue hallado desmembrado dentro de la caja de cartón el 6 de julio de ese año en la vía que conduce de Lomas de Sargentillo a Pedro Carbo, en Guayas.
Los sospechosos negaron el cometimiento del crimen, pero los videos del peaje evidenciaron que transportaban los restos en el cartón que les pertenecía, así lo reveló el código de barras, explicó el abogado de la familia de la víctima, Tito Jaramillo.
El jurista agregó que las pericias determinaron que el crimen lo cometieron expertos en medicina en razón de que a la víctima le extirparon el bebé de 6 meses y además, varios de sus órganos, luego de que había muerto por un corte en la yugular.
Ocultar delito
El sicólogo Romero explicó que en los casos de descuartizamientos o desmembramientos no necesariamente la persona tiene una psicopatía. Estos actos se dan, por lo general, para tratar de ocultar un delito: en este caso el aborto y la muerte de la chica. Suele ocurrir en lugares encerrados, donde no hay muchas personas y lo único que trata el autor de estos crímenes es que no lo descubran y desaparecer la evidencia.
La familia Moscoso se convirtió en fugitiva el 8 de junio de 2012, cuando la Tercera Sala Penal de la Corte Provincial del Guayas negó su pedido de apelación, diligencia en la que halló justificativos que se relacionaban con la existencia de la infracción. El Juzgado Decimosexto ordenó la prisión preventiva contra los Moscoso. Luego, fueron llamados a juicio, pero el proceso estuvo suspendido hasta que fueron localizados el 16 de julio de 2014.
El juicio se efectuó en octubre de 2014 en el IV Tribunal Penal, donde fueron sentenciados a 25 años de reclusión por el delito de asesinato.
Jaramillo manifestó que le parece justa la pena impuesta a los 3 integrantes de la familia Moscoso, quienes presentaron un recurso de aclaración al fallo.
La madre de la víctima viajó a Estados Unidos luego del crimen de su hija y dejó en su representación al abogado Jaramillo. Para el sicólogo Romero, la progenitora de María José necesita terapia sicológica para sobreponerse. A estas alturas, dice, es difícil que encuentren el bebé de apenas 6 meses.