A las 05:00 del 31 de marzo de este año, Lucía (nombre protegido) salió de su casa para realizar compras en el mercado de San Roque, acompañada de sus suegros.  

Dejó dormida a su pequeña hija Eli, al cuidado único de su padrastro, Jorge Ch. No tardó más de una hora y media, cuando al volver encontró a la niña, de año y medio, que no paraba de llorar.

Pensó que la infante se quejaba porque no le cambiaron el pañal. Al abrirlo encontró la ropa completamente ensangrentada. Junto con el padrastro llevó a la niña a la maternidad Isidro Ayora.

Los médicos concretaron sus miedos: “tiene desgarre en el ano y la vagina”, le dijeron. Ese mismo momento, la mujer llamó a la Policía y detuvieron al hombre, de 23 años, quien se encuentra con prisión preventiva en la cárcel de Latacunga.

El 9 de julio, la Fiscalía emitió dictamen acusatorio y se dictó el auto de llamamiento a juicio. Sin embargo, el tribunal del complejo judicial de Quitumbe (sur de la capital), presidido por el juez Adrián Francisco Bonilla, suspendió la audiencia de juzgamiento por ausencia del médico legista. Pero, la abogada Johanna Orbe señaló que la madre pide la máxima pena, es decir 29 años, para el presunto violador.

Orbe detalló que hasta el momento se evacuaron las pericias genéticas y psicológicas. También se realizó un examen del entorno social de la pequeña, “lo que nos da como resultado que existe la contundencia y materialidad del delito, así como la participación de esta persona”, dijo la abogada.

Los exámenes legales determinaron que presuntamente la violación “fue severa”, según la abogada.

Orbe detalló que durante la investigación, varios testimonios de la madre de Eli darían a entender que hubo otros episodios de abuso. Por ejemplo, detalló que el hombre cambiaba únicamente el pañal a la niña, así como que él se bañaba con la pequeña.

Lucía regresó con su hija a Cotopaxi, de donde es oriunda. Esperan una nueva hora y fecha para la audiencia. Hace 20 días, la mujer dio a luz un niño, quien es hijo del padrastro de Eli. (I)