Mery Ortiz perdió a su madre y hermana en un percance aéreo hace 27 años. La tragedia nuevamente se repitió en su vida, cuando revivió los minutos de temor antes de accidentarse durante un vuelo.   

María fue parte de los 97 pasajeros que, la noche del 16 de septiembre de 2011, regresaban de Loja a Quito en el avión Embraer 148 de TAME.

Cincuenta minutos después de despegar,  mientras el avión intentaba aterrizar, en el aeropuerto Mariscal Sucre, perdió pista y se accidentó.

Los pasajeros y la tripulación lograron salir del avión que estaba destruido, que se abría paso por el tren de aterrizaje, pues los toboganes de emergencia no se activaron.

Un año después de la tragedia conformaron el Comité de Víctimas, e interpusieron una demanda penal por el delito de actos tendientes a poner en peligro una nave y por consiguiente la vida de las pasajeros. 

El testimonio de la azafata Daysi Mena reveló que hubo actos negligentes y que el vuelo despegó de Loja cuando el aeropuerto cerró sus operaciones. “La orden del capitán fue suban a la gente, salimos en 5 minutos”, relató.

El abogado de los afectados, Fernando Larrea, señaló que aún no se entrega el informe técnico de las causas del siniestro.