Las puertas de la casa estaban abiertas y en una cortina había una mancha de sangre. Eran las 09:30 del miércoles y Mayerli, de 11 años, quien había quedado sola desde las 07:00, no se encontraba en la vivienda, situada en el recinto San Jacinto, del cantón Jujan (Guayas).

Los familiares empezaron a buscarla de casa en casa, pues la mayoría que ahí vive es de la misma parentela. Mayerli no aparecía y los habitantes ayudaron en la búsqueda. Los allegados llamaron a la Policía para denunciar el posible secuestro. Los uniformados conversaron con los parientes y con un comerciante que contó que había llegado a las 08:00 al pueblo y a esa hora las puertas continuaban cerradas. Cuando salió, después de media hora, las vio abiertas.

Los agentes y los habitantes recorrieron las plantaciones cercanas, pero no la encontraron. Según un tío, alrededor de 100 personas la buscaron, pero no hubo pistas.

Al día siguiente, a unos 300 metros de la vivienda, fue hallado el cuerpo de Mayerli sin ropa. Su vestimenta fue abandonada a poca distancia. “Estaba en el camino que siempre tomamos para ir al trabajo, el día anterior no había nada. Pensamos que es alguien conocido que hizo esto, pues sabía que la niña solo los miércoles se quedaba sola y, además, conocía los caminos. Es raro que nadie escuchó nada, tal vez la golpearon para que no gritara y se la llevaron. Creemos que la agredieron en otro sitio y luego la vinieron a dejar abandonada”, precisó un pariente.

La menor estaba en sexto grado y ayer en la mañana su cuerpo fue retirado de la morgue de Guayaquil. Tras la autopsia se conoció que fue violada y asfixiada. (I)