Las personas privadas de la libertad por primera vez en la historia de Ecuador reciben una remuneración por el trabajo realizado dentro de los Centros de Rehabilitación Social (CRS). Esta fue una de las últimas metas alcanzadas durante el 2015 por el Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos.

Los primeros internos que se beneficiaron de esta medida fueron los del CRS Regional del Guayas, situado en el km 17 de la vía a Daule, en Guayaquil, quienes firmaron sus contratos el pasado 10 de noviembre.

Manuel Alfredo P.Q., de 45 años, fue el primero que firmó un contrato formal de trabajo. El proyecto inició con 30 internos de ese recinto carcelario que ya trabajan en relación de dependencia para 2 empresas privadas: La Fattoria (proveedora de alimentos) y Carioca.

Los interesados atravesaron un proceso de selección que incluyó el análisis y revisión de informes laborales; evaluaciones psicológicas, médicas y legales; realización de exámenes y pruebas técnicas para determinar su idoneidad.

Los escogidos cumplen con los requisitos de haber pasado por lo menos el 5% de la pena impuesta, no registrar antecedentes de fuga, tener buena conducta, poseer un certificado médico de no padecer enfermedades infectocontagiosas, entre otros.

Para la cancelación de los sueldos, a los internos se les facilitó la apertura de cuentas de ahorros con el Banco Nacional de Fomento (BNF). Los familiares de los Ppl también solicitaron cuentas de ahorro para que se les realice las transferencias de los porcentajes que les corresponde, según el Código Orgánico Integral Penal (COIP).

La norma establece que toda actividad laboral de una persona privada de libertad será remunerada conforme con la ley, salvo que se relacionen con tareas propias de aseo y conservación del espacio físico personal.

La retribución del privado de libertad se deduce por los aportes correspondientes a la seguridad social y se distribuye así: 10% para indemnizar los daños y perjuicios causados por la infracción conforme disponga la sentencia; 35% para la prestación de alimentos; 25% para adquirir objetos de consumo y uso personal; y, 30% para formar un fondo propio que se entregará a su salida.

Los siguientes beneficiados fueron los del CRS de Cotopaxi. 21 privados de libertad firmaron, el 2 de diciembre, contratos de trabajo también con La Fattoria (empresa proveedora de alimentos) y con Hornos Tungurahua,  empresa que fabrica y comercializa maquinaria alimenticia.

Ese día, Ledy Zúñiga destacó que a nivel nacional cuentan con 10 mil internos con potencial para ser contratados por cualquier empresa, ya que están capacitados y pueden desempeñar distintas labores.

Esto se dio luego de que el 22 de mayo de 2015, mediante acuerdo interministerial suscrito entre el Ministerio de Trabajo y el Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Culto, se acordara expedir el Reglamento que regula la Relación Especial de trabajo en Relación de Dependencia de las Personas que se encuentran cumpliendo una pena privativa de libertad, así se regula la contratación individual de trabajo de las Ppl.

Posteriormente, el 20 de octubre, en reunión con el gerente General del Banco Nacional de Fomento, Roberto Guevara, se definió que la entidad bancaria otorgaría el servicio de apertura de cuentas bancarias para los internos.

Adicionalmente, 10.243 Ppl se capacitaron en temas como metalmecánica, carpintería, panadería, tejidos, entre otros, preparación que los posibilita a prestar sus servicios a cualquier empresa que requiera contratar su mano de obra.

Educación en todos los niveles

6.122 presos forman parte del sistema educativo formal ecuatoriano (alfabetización y postalfabetización, educación básica, bachillerato y educación superior), con un incremento del 8%, en comparación al 2014, donde 5.632 Ppl accedieron al sistema educativo.

Este año 103 personas privadas de libertad del Centro de Rehabilitación Social Varones de Guayaquil aprobaron el Examen Nacional de Educación Superior (ENES).  Cuatro internos superaron los 800 puntos, siendo la mayor de 889, la nota mínima establecida para calificar debía ser de 601 sobre 1.000. Los aprobados ahora son postulantes para la oferta académica que las universidades participantes pongan a disposición el primer semestre de 2016.

Zúñiga estima que a estos hombres y mujeres que ya estudian en los centros de privación de libertad, se sumarán 980 más en 2016 en la diversa oferta académica de nivel superior.

A ellos se incluye la participación de miles de privados de libertad en 19 actividades de educación no formal como son computación, relaciones humanas, autoestima, educación sexual, comportamiento y buenos modales, derechos humanos, emprendimiento de pequeños negocios, derecho civil, liderazgo, modelo de gestión penitenciaria, derecho notarial, entre otros.

Preparación de los ASP

En el último mes de 2015 se inauguró el primer Centro de Formación de Agentes Penitenciarios, en el cantón Pasaje de la provincia de El Oro. 500 aspirantes que pasaron pruebas físicas, médicas, psicológicas y de confianza ingresaron en el establecimiento y se tiene previsto que para el 2017 terminen su tecnicatura y se sumen a los aproximadamente 1.500 guías que laboran en los cerca de 30 centros de Rehabilitación Social del Ecuador.

La carrera tendrá 3.200 horas de capacitación (70% teórica y 30% práctica), la que cuenta con el aval de la Secretaria Nacional de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación (Senescyt).

Esta es una de las estrategias para evitar la corrupción dentro de los centros carcelarios; ya que pese a los filtros de seguridad, las personas han ingresado objetos prohibidos.

En noviembre, la Ministra de Justicia, Derechos Humanos y Cultos, manifestaba que “sabemos a lo que nos enfrentamos y no vamos a dar marcha atrás, el proceso de transformación del sistema penitenciario es irreversible. Hemos desvinculado a más de 70 personas en el país y continuaremos con este proceso de depuración”. A lo largo de este año se publicó un sinnúmero de noticias de los operativos de control que se ejecutaron en las cárceles, en las celdas se encontraron dosis con droga, armas blancas, metales hechos armas, celulares, cargadores, entre otros.

Remodelación de la Penitenciaría del Litoral

El Centro de Rehabilitación Social de Guayas conocido como la Penitenciaría del Litoral fue hasta hace un par de años el referente de lo que no era una correcta rehabilitación. Marcado por la corrupción, crímenes, riñas, bandas, entre otros males, parecía que nunca iba a cambiar.

En este período se evidenciaron varias transformaciones como la terminación de la construcción de 12 nuevos pabellones, uno de estos ahora es usado exclusivamente para el tratamiendo de internos con problemas de adicción. En el sitio hay permanentemente personal del Ministerio de Salud Pública (MSP).

Además se inauguró una nueva sala de espera para evitar que los familiares de los internos amanecieran acostados afuera del recinto para ser uno de los primeros en ingresar, o que paguen por los puestos y para poder dialogar con los internos.

Otro factor que se incluyó en la remodelación fue que la visitas fueron distribuidas por días y por horarios y además solo 2 personas pueden ingresar cada día por cada interno, cada Ppl tiene una lista de 10 visitantes autorizados.

La sala de visitas cuenta con sillas, acondicionador de aire y ventanillas para familiares y amigos de los internos. (I)