Los dos presuntos agresores tienen prisión preventiva y son investigados por asesinato
Los padres de María José y Marina piden apoyo de equipos forenses de Argentina
Una semana antes de que se recuerde el Día Internacional de la Mujer, la conversación pública en Ecuador gira en torno al crimen violento de dos jóvenes argentinas.
Ellas vacacionaban en Montañita, una playa de Santa Elena. En redes sociales, una madre de familia escribió: “¿Pero cómo estas chicas estaban viajando solas?”. “¿Dónde estaban los padres?”, dijo otra internauta. Incluso una joven se animó a publicar una carta en Facebook ‘criticando’ lo que ella consideraba ‘ser fácil’, pues Marina Menegazzo y María José Coni habrían aceptado la ayuda de dos desconocidos, “a pesar de su aspecto y color de piel”.
¿Cómo entender el ataque a estas dos jóvenes sin caer en la victimización? Según las investigaciones, Marina y María José se habrían hospedado en una vivienda luego de quedar sin dinero. Como se resistieron a una violación fueron golpeadas, una de ellas con un palo y la otra fue apuñalada. En otras palabras, fueron víctimas de un ataque sexual o, según términos penales, se habría cometido femicidio.
En el mundo, casi una quinta parte de las muertes violentas son femicidios, según ONU Mujeres.
Esta figura se refiere al “ataque de mujeres por razones de género, ya sea dentro de la familia, unidad doméstica o en cualquier otra relación interpersonal, en la comunidad, por parte de una persona, o que sea perpetrada o tolerada por el Estado y sus agentes, por acción u omisión”.
En Ecuador, la tasa de muertes de mujeres es de 0,72 por cada 100 mil habitantes. En 25 de los hechos reportados en 2015, los agresores fueron los convivientes, en 12 los cónyuges, en 10 las parejas sentimentales, en 6 los exconvivientes.
Además, la mayoría de los asesinatos ocurrió en una casa o villa. Este fue el caso de las dos jóvenes nacidas en Mendoza, Argentina. El hecho ha tenido eco en medios internacionales, quienes cuestionan que cuando se trata de una muerte violenta hacia la mujer casi siempre hay una respuesta basada en prejuicios morales.
En el caso de María José, de 22 años, y Marina, de 21, se las desacredita como víctimas porque viajaron solas o estuvieron en una playa con desconocidos. Las jóvenes salieron de Mendoza, pasaron por Lima, y llegaron a Montañita, donde estuvieron 11 días. En el hostal donde se quedaron inicialmente pagaron $ 10 por día y tenían previsto regresar a su hogar el 25 de febrero.
La psicóloga y coordinadora del área de salud y derechos sexuales del Cepam, Sonia Rodríguez, comparte las críticas de periodistas argentinas, como Mariana Carbajal, sobre el exceso de moralismo y ligereza con que se ha tratado el crimen. Lamenta que se repitan prejuicios machistas de asumir como responsables de la violencia sexual a las mujeres. “Por ser jóvenes, bonitas y extranjeras ya se asume que podían andar en situaciones que provocarían una agresión y eso científicamente es absurdo”.
Rodríguez rechaza las críticas en redes sociales de que las ‘chicas eran fáciles’. “Nada justifica un acto sexual de violencia. Se supone que vivimos en un mundo seguro en el siglo XXI, con países que respetan los derechos. Es descabellado decir que por ser mujeres no podamos viajar o andar solas”.
Montañita ya no será igual en las agencias de viajes
Los familiares y amigos de María José y Marina aún dudan de la versión oficial del doble crimen. “Es muy probable que haya un tema de trata de personas”, dijo desde un principio Paula Menegazzo, hermana de Marina. “No concuerda absolutamente nada de lo que dicen. A mi hermana la conozco. El testimonio de los sospechosos es absurdo. Tenían plata”, añadió Belén, otra de las hermanas.
Agostina Cano Porras, una de las amigas que compartieron el viaje con las víctimas, pero que volvió 10 días antes de Ecuador, afirma que la investigación no es clara.
Para ella, sus amigas jamás se habrían acercado a los supuestos asesinos. “No hay forma, las conocemos de siempre. Ellas jamás en la vida les hubieran pedido o recibido ayuda de esos tipos. No es por discriminar, pero no generan ni un poco de confianza”.
Gladys Steffani, madre de María José, fue directa: “No hay forma de que se hayan ido con esos hombres. Algo pasó con ellas en la tarde del lunes 22, cuando emprendían el regreso”.
Cristina, la madre de Marina Menegazzo, dijo que su familia sospecha claramente de algo más grande, de una red de trata. “Por como se está manejando la investigación, los informes orales son confusos, hay dudas”.
La versión que creen los padres es que las jóvenes regresaban a casa y en el trayecto fueron capturadas. El progenitor de María José, Jorge Coni, rechazó en una entrevista con Ecuador Inmediato que la joven no haya tenido dinero. “Cargaba una tarjeta de crédito que nunca usó”.
Describió a las estudiantes argentinas como buenas amigas y voluntarias de una fundación. “Ni con una pistola en la cabeza ellas iban a ir a la casa de esos tipos”.
La psicóloga Rodríguez también considera que se debería investigar el crimen como un caso de trata o explotación sexual.
El cónsul argentino en Guayaquil, Alberto Balboa, explicó: “Hemos recibido a los familiares de las jóvenes y no están conformes con el curso de la investigación. Por eso solicitaron la intervención de un equipo forense local”.
El presidente Rafael Correa no descartó aceptar el apoyo argentino en las indagaciones. Dijo que entendía la postura de los padres: “Se puede considerar (la solicitud de los familiares) una ofensa al país, ¿pero qué padre de familia desesperado no hace estas cosas?”. (I)
DATOS
En la comuna de pescadores Montañita, ubicada a 200 kilómetros de Guayaquil, han ocurrido otros hechos delictivos en los últimos años.
En 2008, por ejemplo, una joven belga de 20 años fue abusada por cuatro sujetos, cuando ella prestó el baño en un hostal. Luego, en 2011, un turista recibió varios disparos durante un asalto.
Tras el ataque sexual y muerte de las 2 jóvenes argentinas, el Ministerio del Interior anunció una intervención en seguridad y salubridad en la comuna. La Policía reforzará la vigilancia en la playa y bares.
Desde finales de 2010 la playa de Montañita es un atractivo turístico en Argentina. En 2012, el periódico La Nación le dedicó un reportaje especial debido a la cantidad de jóvenes, de entre 18 y 24 años, que acuden cada año al balneario.
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Ayer se realizó la audiencia
Fiscal: El asesinato se cometió con saña
Durante la intervención ayer en la Unidad judicial multicompetente de Santa Elena, el fiscal Juan Pablo Arévalo explicó que los resultados de los informes de autopsia determinaron que el asesinato a las 2 jóvenes argentinas se cometió con saña.
Arévalo está a cargo del caso y dictó prisión preventiva para los 2 detenidos: Segundo P. y Eduardo D. Ellos serán investigados por el delito de asesinato, tipificado en el artículo140 del Código Orgánico Integral Penal (COIP), el cual sanciona con pena privativa de libertad de hasta 26 años.
En la audiencia se expusieron las circunstancias en que fueron detenidos los sospechosos y se dio a conocer la declaración de Segundo P., quien en su versión habría implicado a Eduardo D., al asegurar que se encontraba con él en el domicilio donde habría ocurrido el delito.
También se presentó el informe de inspección ocular del lugar de los hechos. Sobre este último, el fiscal Arévalo recordó que fue en el domicilio de Segundo P. donde se encontraron muestras, aparentemente, de sangre y los objetos que habrían utilizado para cometer el crimen, entre ellos un cuchillo.
Además, el informe forense concluyó que una de las víctimas sufrió un golpe fuerte con un palo y la otra joven fue apuñalada.
Tras conocer la decisión del fiscal, los familiares dijeron a los medios argentinos que la justicia ecuatoriana busca cerrar el caso lo antes posible y ellos piden más investigaciones. (I)