Amelia y Carla nacieron la madrugada del 11 de febrero, en el hospital San Francisco, ubicado en Carcelén, en el norte de Quito. Sus madres Camila Pérez y Andrea Quirola esperaban con ansiedad abrazarlas luego de pasar horas en el quirófano.

Andrea recuerda que no vio a su niña, pues en el momento del parto tenía aún los efectos de la anestesia.

Al día siguiente, los médicos le indicaron que su bebé tuvo que ser trasladada a una incubadora porque una bacteria afectó su salud.

Dos días después, Andrea se acercó a la incubadora y vio a la niña, pero se percató de que no tenía sus rasgos físicos, ni la ropita que les entregó a las enfermeras.

Mientras que a Camila, horas después del parto, le pasaron una bebé que tenía una etiqueta de identificación con el apellido Quirola.

La madre comunicó a las enfermeras sobre el detalle, sin embargo le dieron de alta y se fue a su casa con la niña en brazos.

Andrea y Camila se conocieron en el área de incubadoras, pues la pequeña Amelia fue reingresada al hospital del Seguro Social por problemas en su salud, mientras que Carla seguía en observación a causa de una bacteria.

Las mujeres al darse cuenta de que las niñas tenían sus rasgos solicitaron al hospital que les realicen pruebas de ADN.

Carlos Cisneros, defensor de las usuarias, indicó que las pruebas de ADN confirmaron el cambio de las niñas. Con ello se tomaron acciones legales en contra de la casa de salud por el presunto delito de supresión o alteración de identidad.

Investigaciones y sanciones

Cisneros señaló que este lunes la Fiscalía iniciará las diligencias en este caso. “El perito efectuará el reconocimiento del lugar de los hechos. Las indagaciones están a cargo del personal de la Unidad de Fe Pública de la Casa de Justicia, Carcelén”.

El lunes 5 de marzo, el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS), en un comunicado señala que 12 funcionarios del hospital San Francisco recibirán sanciones administrativas por el cambio de las recién nacidas.

Además indica que se determinaron responsabilidades por el incumplimiento de prácticas del Manual de Seguridad del Paciente. Cinco personas fueron removidas de sus cargos.

“Sabemos que personal del hospital, como practicantes y empleados de contrato, fue removido. Solicitamos los videos de vigilancia, la lista de empleados que atendió a las dos madres, el protocolo médico, entre otros requerimientos”, manifestó el abogado Cisneros.

Las investigaciones internas del IESS no pueden revelarlas. Pero ahora, que ya tenemos un investigador podríamos solicitarlas, agregó.

También, desde el 1 de marzo, la Agencia de Aseguramiento de la Calidad de los Servicios de Salud y Medicina Prepagada del Estado (Acess) abrió un proceso de investigación externa para explicar los hechos ocurridos en el hospital San Francisco.

Madres acogen a sus bebés

Las niñas fueron entregadas la semana pasada a sus respectivas madres.

Amelia y Carla se encuentran ya en casa junto a sus familiares, sin embargo deben mantener revisiones constantes por causa de la bacteria que afectó su salud.

“Fueron días difíciles, muy duros. Camila me enviaba fotos de mi Amelia, pues ella ya la tenía en su casa. Camila se percató de que la bebé llevaba la manilla con mi nombre. Me dijo que le entregaron una nena que no era la suya, me envió fotos donde evidencié que la niña tenía mis rasgos físicos”, manifestó Andrea.

Las madres pidieron que el hospital les dé atención médica prioritaria a sus recién nacidas sin necesidad de recurrir al call center del Segureo Social, reveló la defensa de las progenitoras.

“Los médicos crearon una agenda de control de salud para las bebés Amelia y Carla”, acotó el jurista.

Agregó que el tema de las niñas cambiadas en el hospital San Francisco posiblemente se trate en los próximos días en la Comisión de Salud de la Asamblea Nacional. (I)