Juez niega traslado de “Reina del Pacífico”
Un juez federal le negó definitivamente a Sandra Ávila Beltrán su petición de ser reubicada de la prisión federal de Tepic, Nayarit, a una cárcel estatal en Jalisco, en México, ya que rechazó concederle el amparo que promovió su defensa.
El pasado 15 de agosto la defensa de Ávila Beltrán, también conocida como “Reina del Pacífico” y representada por Jesús Montiel Jaime, interpuso el recurso de garantías 798/2012 ante el Juzgado Cuarto de Distrito de Amparo en Materia Penal en el Distrito Federal, que lo admitió a trámite, pero no emitió ninguna resolución.
Por ello, aunque sus abogados trataron de impedir su ingreso a un penal federal, el 20 de agosto, cuando Ávila Beltrán fue repatriada de Estados Unidos, después de ser detenida en el aeropuerto Internacional de Ciudad de México, en lugar de ser trasladada al penal estatal femenil de Jalisco, fue recluida en el Centro Federal de Readaptación Social Nº 4 de Tepic, Nayarit.
70 meses permaneció detenida Sandra Ávila Beltrán en México, por orden de una corte federal de MiamiSu abogado intentó revertir esta decisión mediante el amparo, con el argumento de que Ávila Beltrán no tendría que estar en una prisión federal, ya que no está siendo procesada por el supuesto delito de delincuencia organizada.
No obstante, en la lista de Acuerdos del Juzgado de Amparo se informó que “se niega la suspensión definitiva” a Ávila Beltrán para que sea reubicada en otro penal, por lo que tendrá que permanecer en la prisión de Tepic, donde sigue su proceso por operaciones con recursos de procedencia ilícita, suspendido cuando fue extraditada a Estados Unidos el 9 de agosto de 2012 y que está a cargo del Juez VII de Distrito de Procesos Penales Federales en el Estado de Jalisco.
La “Reina del Pacífico”, quien se presume guarda nexos con narcotraficantes colombianos, nació el 11 de octubre de 1960, en Mexicali, Baja California.
Ávila Beltrán es sobrina de Miguel Félix Gallardo, fundador del extinto cartel de Guadalajara y también es familiar de Rafael Caro Quintero, considerado uno de los más grandes capos de la droga en México en la década de los 80.
Registros dan cuenta de que Ávila Beltrán se casó dos veces y, aunque parezca irónico, lo hizo con miembros de la institución policial. Por algún tiempo nadie tuvo pistas sobre su paradero.