En el día del fin del sigilo para las delaciones de Odebrecht que involucran a 12 países, entre ellos Ecuador, hackers del grupo anarquista virtual Anoymous atacaron la base de datos de la empresa constructora brasileña robando direcciones de correo electrónico y contraseñas.

Odebrecht es eje del mayor escándalo de corrupción de la historia de Brasil: 77 de sus ejecutivos delataron ilícitos en su país como en el exterior, una información que fue liberada desde ayer por el fiscal general Rodrigo Janot a sus pares del continente.

El sitio de noticias informáticas Tecmundo informó que el grupo Anonymous le reenvió el material robado a Odebrecht, consistente en detalles de la base de datos como correos electrónicos y contraseñas.

La empresa informó en un comunicado que el servidor atacado fue sacado del aire hasta realizar ajustes de seguridad. “Repudiamos estas acciones violentas y delictivas”, dijo la empresa de construcción.

El fiscal general de Brasil, Rodrigo Janot, comenzó ayer a liberar la información que estuvo bajo secreto durante seis meses a fiscales extranjeros para que se inicien las investigaciones penales a base de las delaciones de los ejecutivos de la empresa.

Odebrecht confesó los delitos para aliviar la pena del heredero del imperio de la construcción civil más grande de América Latina, Marcelo Bahía Odebrecht, preso y condenado a 19 años de cárcel en la Operación Lava Jato. Las delaciones, si son verdaderas, permitirán que en diciembre logre la salida bajo el régimen de libertad vigilada.

Equipo ecuatoriano irá a Brasil

El fiscal General de Ecuador, Carlos Baca, llegó a un acuerdo con el viceprocurador general brasileño, José Bonifacio, para enviar a partir de la próxima semana un equipo que comience a traer el material a Quito, siempre bajo el secreto de sumario, una condición reclamada por las autoridades judiciales de Brasil.

Ecuador fue el primer país en presentarse a buscar los documentos, tras lo cual le seguirán Argentina y El Salvador, informó a EL TELÉGRAFO un portavoz de la Fiscalía General brasileña.

Mientras tanto, en el plano político, el presidente Michel Temer festejaba el fin de la recesión económica de dos años, la situación política se le complicaba con la amenaza de que aliados lo abandonarán la próxima semana.

El martes comenzará la sesión del veredicto en el Tribunal Superior Electoral sobre las cuentas de campaña de la fórmula de 2014 Dilma Rousseff-Michel Temer.

La expresidenta, traicionada por su vice en 2016, que la empujó al juicio político, anunció que pedirá la anulación de la delación de Marcelo Odebrecht ante la justicia porque prestó “falso testimonio” al afirmar que aportó ilegalmente fondos de campaña para pagarle al publicista Joao Santana.

“Esperamos la absolución, ya que las únicas acusaciones en las que se basa el juicio están contaminadas con falso testimonio. Hay una alianza entre Odebrecht y el publicista Santana para atacar a Dilma”, dijo el abogado de la expresidenta, Flavio Caetano.

Temer intenta separar la causa que podrá determinar su destitución en caso de que ninguno de los magistrados del fuero electoral pida ‘vista’, es decir, un  cuarto intermedio para analizar el caso que puede provocar el cambio de gobierno. (I)

El fantasma de la petrolera acecha a Argentina

La caja de Pandora que contiene todos los sobornos pagados por Odebrecht finalmente quedó abierta. Las “delaciones premiadas” de directivos brasileños con datos sobre coimas que pagó la constructora comienzan a viajar por América Latina y algunos cañones apuntan directamente a la Argentina después de que la justicia brasileña liberó esos documentos.

En los pasillos de la Casa Rosada, sede de gobierno, tratan de mostrarse entusiasmados por la posibilidad de embarrar la cancha política en plena campaña electoral con vistas a las elecciones legislativas de octubre. Algunos funcionarios se frotan las manos porque están convencidos de que en esas “delaciones” ante la justicia brasileña los directivos de Odebrecht involucraron a funcionarios del gobierno “kirchnerista”.

La ecuación le viene como anillo al dedo. Hoy el gobierno de Mauricio Macri no tiene “logros” económicos o sociales que mostrarle al electorado y gran parte de su respaldo -basado en especial en las clases medias acomodadas y altas- se recuesta en el “fantasma” de un regreso del “kircherismo” y en un martilleo constante en cierto sector de la prensa de los casos de corrupción que afectaron de modo serio a la última administración de Cristina Fernández de Kirchner, procesada y virtual candidata a senadora.

Pero el caso Odebrecht amenaza con convertirse en un tiro por la culata para el oficialismo. ¿El motivo? La constructora Iecsa, que hasta marzo estuvo en manos de Angelo Calcaterra, primo hermano de Macri, estuvo involucrada en el pago de sobornos, según el diario O Estado de San Pablo. También Lava Jato mencionó a Gustavo Arribas, amigo del mandatario. (I)