Dos hombres mueren ahogados en diferentes puntos del Guayas
Eran alrededor de las 20:00, del viernes último y Gustavo Valencia, de 26 años, decidió darse un baño nocturno en uno de los ramales del estero Salado, en las inmediaciones de las calles 16 y la I, suroeste de Guayaquil, cuando al parecer perdió el conocimiento y se ahogó en las turbias aguas.
Sus familiares sospechan que en pleno chapuzón le habría dado una convulsión, por lo que no pudo salir a tierra firme, pues el joven sufría de epilepsia.
Los allegados revelaron que Gustavo padecía de ataques esporádicamente, pero aumentaron cuando fue golpeado en la cabeza, tras un intento de robo.
Johana Quintero, hermana del fallecido, indicó que nadie se percató de la ausencia de Gustavo, porque se lanzó sin avisar, simplemente un tío lo vio salir al patio. “Cuando nos dimos cuenta de que no estaba lo llamamos, pero no respondió. Enseguida pensamos que se había tirado al agua”, relató la mujer.
En vista de ello, los familiares pidieron ayuda a la barriada para buscarlo, pero la oscuridad dificultó la tarea. Johana relató que varios moradores buscaron bajo las casas y otros iluminaron el estero con sus celulares, sin resultados.
Resignados, esperaron lo peor, que el cuerpo flotara. Sin embargo, notificaron a las autoridades con la esperanza de que lo rescataran.
Amaneció y varios mantenían la esperanza de que Gustavo aparecería al otro lado del estero, como en una ocasión que se había lanzado y cruzado a la orilla de al frente.
Pero aquel anhelo se desvaneció cuando el cuerpo salió a la superficie, 10 horas después.
“Estaba boca abajo, no pudimos hacer nada por él”, finalizó Johana, quien trasladó el cadáver a la morgue de la Policía para los estudios correspondientes.
Apareció 34 horas después
Hipólito Alejandro Quinde, de 59 años, fue localizado muerto en el río Guayas, aproximadamente a 2 km de donde se cayó la tarde del pasado 6 de septiembre.
Uno de sus hijos explicó que el hombre sufrió un accidente cuando intentaba pasar de una barcaza a otra, con rumbo al atracadero donde laboraba desde hacía unos 10 años.
“Venía de regreso y para llegar al muelle tenía que pasar por dos embarcaciones, nadie vio cuando se cayó, pero como no aparecía sus compañeros empezaron a buscarlo”, señaló el deudo.
El cadáver emergió cerca de las 18:00 del viernes, a la altura del mercado Caraguay. Sus restos serán sepultados en el cantón Posorja, de donde era oriundo.
Los familiares lamentaron la falta de previsiones en la movilización de las personas sobre el río.