Desesperación por más pasajeros genera excesos
Hidalgo Tequis, de 40 años, lleva tras el volante más de 20. Comenzó trabajando como contralor, subiendo y bajando maletas, y lavando los buses. Así logró ascender. A pesar de no haber estudiado ninguna carrera relacionada a la mecánica, la experiencia y el trabajo le dieron el conocimiento necesario para saber cada detalle mecánico del transporte que ahora maneja.
Para Hidalgo, lo sacrificado de su profesión es la única forma de sobrevivir. “Tengo cuatro hijos, necesito educarlos para que no pasen ninguna penuria económica en la vida”, dice este hombre de manos ásperas mientras se acomoda en el asiento del bus a la espera de que los pasajeros suban.
Han transcurrido 15 minutos y apenas ocho personas están sentadas en el micro. Él decide esperar unos minutos más, mientras tanto, cuenta que a diario entrega como mínimo 150 dólares al dueño de la unidad, como parte de su trabajo, sin contar los 60 dólares del combustible que corre por su cuenta, más el dinero de peajes. Preocupado por la falta de pasajeros, mira intranquilo el reloj. “No puedo llegar con las manos vacías donde el dueño del carro, tengo que entregar la ganancia para él, y si no recojo pasajeros en la carretera para llenar el bus, no voy a tener con qué pagarle. No quiero ser despedido”, dice al tiempo que decide iniciar el viaje.
Bartolo Mendoza está hoy sin su controlador. Mientras acomoda maletas espera que lleguen más pasajeros. A él también le preocupa no poder pagar a su jefe. “Por viaje, un conductor profesional gana 20 dólares”, dice y aclara que en días feriados deben entregar hasta 300 dólares a los dueños de los carros.
Eso lo corrobora Santiago Rosero, quien desde hace ocho años maneja buses. Dice que deberían considerar el alza de los pasajes. “No entienden que si peleamos por pasajeros, es porque tenemos que pagar el uso del carro, si no hay pasajeros, no hay comida para la casa”, relata este joven mientras trata de sacarle brillo al volante con una franela roja.
A estos tres conductores no les preocupa el anuncio de que se tomarán nuevas pruebas a los conductores para evitar más accidentes en las carreteras. Mauricio Peña, director de la Agencia Nacional de Tránsito (ANT), anunció que el 1 de marzo iniciará la evaluación para la recategorización de 70.000 choferes profesionales a nivel nacional, quienes deberán aprobar un test teórico, práctico y una física médica.
El conductor que no pase el examen tendrá dos oportunidades más y si no las aprueba, se le revocará definitivamente la licencia profesional, dijo el funcionario.