El lenguaje corporal delata a las “mulas” que llevan droga
En este año los narcos utilizaron maderas ensambladas, que fueron hechas por ebanistas. Un trabajo muy bien elaborado e incluso profesional porque ellos calcularon las medidas de los paquetes con droga en los agujeros y el peso exacto para despistar a los agentes.
Sin embargo, la sustancia estupefaciente fue detectada por los canes antidrogas antes de que saliera del aeropuerto, recordó el general Marco Villegas Ubillús, director Nacional Antinarcóticos.
Solamente en la terminal aérea internacional José Joaquín de Olmedo, de Guayaquil, en siete meses del año 2019 se decomisaron 97,71 kilogramos de alcaloides.
Esto es posible por el contingente de agentes y canes entrenados para este trabajo.
“Tenemos alrededor de 150 hombres de la Unidad de Información de Puertos y Aeropuertos (UIPA) y del Centro Regional de Adiestramiento Canino (CRAC) en los aeropuertos de Quito y Guayaquil, que son los únicos internacionales”, indicó.
Además, los canes tienen una efectividad del 95% en el apoyo de controles y son necesarios por las distintas formas de camuflaje a las que recurren las organizaciones narcodelictivas que operan en el país, agregó Villegas.
Una de las drogas más comunes que se decomisa en los aeropuertos es el clorhidrato de cocaína, aseguró el Director Antinarcóticos.
De la revisión a la cárcel
Cuando los pasajeros viajan a otros países llegan al área de preembarque, pasan por Migración y más allá se encuentra el área de la UIPA, donde un agente antinarcóticos, mediante lenguaje corporal, detecta la posible transportador de droga.
Jazmín Caiza Rivera, jefa de la UIPA en el aeropuerto internacional José Joaquín de Olmedo, indicó que cuando algún pasajero lleva droga en el estómago y es detectado, a través del body scan, inmediatamente es trasladado a una clínica donde pasa entre cuatro y cinco días hasta que evacúe la última cápsula.
Explicó que cuando al pasajero no le hallan nada se llena una matriz con la fecha, la hora y su firma.
Trabajan las 24 horas
En el aeropuerto de Guayaquil operan 13 aerolíneas con vuelos internacionales.
En cada una de ellas, durante las 24 horas, los canes y sus guías revisan las maletas antes de ser embarcadas en el avión.
El capitán Washington Orquera Silva, jefe del CRAC, dijo que trabaja con 25 canes para detectar las sustancias ilícitas. Los perros son entrenados durante tres meses para el trabajo antidrogas.
“Tenemos 35 guías caninos, quienes manejan los perros, que buscan droga en los equipajes, pasajeros y aviones”, manifestó.
Orquera señaló que la perra Noa, una pastor belga, por ejemplo, cuando da la alerta, se levanta el equipaje, el personal de la aerolínea lo traslada al interior del túnel y lo chequea el agente en presencia del pasajero. Si hallan droga en las maletas, el dueño es detenido.
En cada vuelo inspeccionan 400 equipajes y cada ocho horas descansan los guías y canes. También en la correspondencia se evidencian sustancias ilícitas. (I)