El uso del alcohol, cigarrillo y cannabis (marihuana) en los adolescentes entre 12 y 17 años es, en la mayoría, de práctica experimental y ocasional, de acuerdo a la IV Encuesta de consumo efectuada por el Consejo Nacional de Control de Sustancias Estupefacientes y Psicotrópicas (Consep), por medio del Observatorio Nacional de Drogas (OND).

El sondeo se lo realizó en 36 ciudades del país y participaron 32.010 menores, quienes representan un universo de 514.962 estudiantes, esto es aproximadamente el 50% de la población de enseñanza media a nivel nacional. Colaboraron 170 colegios de ciudades que tienen más de 30 mil habitantes.

Entre los resultados que llamaron la atención consta que 1 de cada 5 encuestados reveló que consumen alcohol de manera ocasional y 6 de cada 100 usan cigarrillos con igual frecuencia.

Para delegados de Quito hay 2 preocupaciones por el resultado del muestreo: que los jóvenes adquieren licor en la mayoría de las tiendas de barrios sin dificultad, y que el uso de la pasta de base es un poco más alto en comparación a otras urbes del país.

Los resultados del estudio, que fueron mostrados ayer por el Consep y el OND en el ECU-911 del Parque Itchimbía, en la capital, arrojaron que un 59% de los jóvenes compra alcohol en cualquier tienda.

Por esa razón, Rodrigo Vélez, secretario ejecutivo del Consep, afirmó que se pedirá la colaboración de las Cámaras de Comercio para que brinden información sobre los lugares donde proveen el producto. “Y así, se realizará un control mucho más estricto para que los menores no puedan comprar alcohol”, dijo.

En el caso de la pasta base, Vélez manifestó que se coordinará con el Ministerio del Interior para ubicar a los que proveen de esta sustancia a los adolescentes, que, como está comprobado, merodean por los planteles educativos.

Según los resultados de la encuesta, el uso de pasta base de carácter intenso en la capital es de 1,80%, comparado con 0,03% a nivel nacional.

En Quito participaron de la encuesta cerca de 2.209 estudiantes de los cursos noveno, primero y tercero de bachillerato de la zona urbana.

Diego Vaca, representante de la OND y encargado de la exposición, resaltó que el uso de estupefacientes en los jóvenes se ha retrasado de los 13 años en el 2005, a 14 años en el 2008.

Vaca mencionó que las bebidas alcohólicas más consumidas en la capital son la cerveza, aguardiente, puntas y vino. Y que los estudiantes gastan un promedio de 1 a 5 dólares al mes para adquirirlo.

El estudio también determinó que los mayores lugares de consumo en la capital, en el último año, son en fiestas o sitios de diversión con 27,07%, y en las calles o parques con 24,31%.

De la misma manera, los jóvenes manifestaron que consiguen las drogas por parte de un proveedor que conocen en 23,54%, y 22,98% de un amigo o conocido.

Patricio Zapata, director subrogante del OND, destacó la iniciativa de los observatorios escolares de drogas en estudiantes de 6 a 12 años de edad, pues tiene como finalidad analizar el desarrollo de estos en 3 componentes: educativo, familiar y social.

Agregó que de esta manera podrán determinar qué factores o problemas podrían incidir en el futuro en el consumo de estupefacientes.