Consep trabaja a largo plazo en una nueva ley de drogas
Quito.-
Vladimir Andrade, especialista, jefe de Tratamiento y Rehabilitación del Consep (Concejo Nacional de Sustancias Psicotrópicas y Estupefacientes), enfatiza aquello de que la escopolamina es una droga sedante que deprime el sistema nervioso central. Se obtiene de la planta floripondio, que es usada terapéuticamente para controlar los mareos de una persona. Originariamente, la planta floripondio, conocida como “borrachero”, es de Centroamérica y su uso no es controlado por las autoridades.
La reproducción de la planta tampoco está controlada por la Policía. La prohibición está dirigida al procesamiento para obtener droga.
La dosificación que suministran los delincuentes, muchas de las veces no se mide: 10 miligramos en un niño y 100 ml. en adultos pueden producir taquicardia u otra alteración del ritmo cardiaco, coma y hasta la muerte, como ha ocurrido en muchos casos.
Cuando existe intoxicación se debe atender de inmediato, recomienda, y destaca que no produce dependencia, como otras drogas: la marihuana, coca, etc.
El Consep trabaja a largo plazo en una nueva Ley de Drogas junto con diversos ministerios, que permitirá un mayor control, pensando en el mal uso de una herramienta originalmente terapéutica. Luego de ello, la Asamblea debe aprobarla, anota Andrade.
El rango de las víctimas oscila en la capital entre los 18 y 25 años. Por sus bajas defensas son los más propensos para robarles sus pertenencias. En los domicilios buscan a las empleadas y niños. Cuando hay intoxicación es imprescindible internar al afectado en una casa de salud.
Recomendación
El especialista recomienda no confiar en ofertas de personas desconocidas y, sobre todo, no aceptar jamás bebidas en lugares de distracción como bares y discotecas. En la calle es preferible no aceptar ningún papel que le ofrezcan. Esto con el fin de evitar incluso el contacto y la posible inhalación de esta sustancia, tremendamente tóxica.
Participación de la Policía
Gonzalo Avilés, subjefe Antinarcóticos de Pichincha, explica que el año anterior existieron denuncias de robos con escopolamina en la Policía Judicial, pero no se ha reportado la utilización de la droga durante este año.
El oficial señala que por lo general en las bandas que utilizan esta sustancia intervienen mujeres como “enganche”, para que una vez que han detectado a la posible víctima y entren en “confianza”, ellas puedan con facilidad suministrar la droga. Luego proceden a despojar a las víctimas de sus pertenencias, siempre junto con terceras personas.
La víctima pierde la noción del tiempo y no recuerda los hechos. Avilés asegura que todos los perjudicados de bandas de “Dulces Sueños”, la mayoría hombres, recuerdan pocos detalles después. Claro, también hay algunos que, por ejemplo, estuvieron en alguna “aventura” extramarital y utilizan el tema de la escopolamina como “coartada”. O, incluso en los casos en que los involucrados no mienten al afirmar haber sido víctimas, muchas veces terminan en esa situación por haber aceptado tragos de “atractivas mujeres”.
Por eso, puntualiza Andrade, “la mayoría de casos están relacionados con bebidas y no con la inhalación”.