Cinco provincias superan la tasa de violencia de Guayas
La mañana del viernes pasado fue encontrado sin vida -en el sector de Los Helechos- el ciudadano Cristhian Jhonathan Ruiz Martillo, de 30 años de edad, quien recibió varios impactos de bala por parte de sujetos que se movilizaban en un auto Wolswagen, color negro de placas PYT- 448. Minutos después del hecho, elementos policiales montaron un operativo de captura logrando ubicar al supuesto conductor del vehículo, Jefferson Dionisio Mora Valverde, quien registra dos detenciones anteriores: Una en la provincia de Los Ríos (2008) por asesinato y otra en la provincia de Pichincha por plagio (2010).
Hechos similares, como los que se le atribuyen a Mora (cometidos en diferentes provincias), son los que han dejado un rastro de violencia en ciertos sitios del país.
Es tal la situación que, según un reporte del Observatorio de Seguridad Ciudadana de Guayaquil (Oscg), Esmeraldas, Sucumbíos, Los Ríos, Santo Domingo de los Tsáchilas y El Oro ubican los primeros cinco puestos (Guayas está en el sexto lugar) en relación a la tasa más alta de crímenes registrada en el Ecuador, durante el año 2010.
Bernado Ovalle, director del Oscg, indicó que en el resto de las provincias del país este fenómeno tiende a ser mucho menor.
Dijo que, por ejemplo, Pichincha, Santa Elena, Carchi, Loja y Zamora Chinchipe se encuentra en un nivel de violencia bajo, en el que la tasa es menor al 10%, es decir que por cada 100 mil habitantes hubo menos de diez muertos. (ver gráfico). Sin embargo, en Esmeraldas la ola violencia golpea con fuerza, a tal punto que -en 2010- la tasa de asesinatos y homicidios llegó al 63%.
Uno de los últimos casos fue el cometido contra Cristian Zerna del Hierro, de 37 años de edad, chofer de la refinería de Esmeraldas.
Con ocho impactos de bala fue asesinado luego de dejar a una compañera de trabajo en su domicilio en la capital esmeraldeña. El incidente ocurrió el pasado lunes a las 18:00 en la avenida Libertad y Parada Once, momentos en que Zerna detuvo su camioneta en el semáforo de ese sector. Ahí, dos sujetos se bajaron de una camioneta color rojo y dispararon contra él.
La víctima viajaba acompañado de su esposa Dallane Tello, a quien había recogido en la agencia de CNTEL Esmeraldas minutos antes de dejar a su compañera de trabajo de la refinería. Zerna con la ayuda de su esposa logró llegar en el mismo automotor hasta la parte exterior de emergencia del hospital Delfina Torres, ubicado a unas diez cuadras del atentado.
Según testigos, un automotor color rojo llegó al sitio para comprobar si había fallecido y fueron perseguidos por la policía que montó un operativo de búsqueda sin resultados. Hace un mes, también fue asesinado Yori Paredes, trabajador de la refinería de Esmeraldas, en circunstancias similares, mientras esperaba con su hijo un bus urbano, en el sector de Codesa, al sur de la ciudad. En La Unión de Quinindé, centro de la provincia, fueron asesinados a tiros los primos Carlos Gudiño Valencia y Fernando Gudiño, con quince proyectiles de bala luego de salir de un centro de diversión.
En El Oro también se perpetró -el jueves pasado-un atentando contra el concejal de Machala y presidente del club deportivo Audaz Octubrino, Manuel Cabanilla, quien hasta el cierre de esta edición continúa hospitalizado una casa asistencial de esa localidad.
Ante la ola de crímenes, la autoridades policiales han desarrollado reuniones de trabajo para determinar técnicamente los cursos de acción más óptimos a tomar para afrontar los problemas de inseguridad en los sitios críticos.
Según el comandante General de Policía, Patricio Franco, existe el compromiso y la voluntad de los miembros de la institución uniformada para ejecutar las acciones propuestas por el alto mando.
El oficial exhortó a los ciudadanos para que confíen y se comprometan con la labor que viene cumpliendo el policía en las calles.
De acuerdo con las estadísticas de la Dirección Nacional de la Policía Judicial, las operaciones ejecutadas por la institución del orden -en el territorio nacional- arrojaron como resultado la detención de 593 personas vinculadas a diversos crímenes en 2010.