En el sexto día de audiencia de juicio por el presunto delito de delincuencia organizada en Petroecuador, el exgerente de la estatal petrolera Carlos P. Y. negó, esta tarde, haber cometido o participado en esta actividad delictiva.

En una hora 15 minutos de testimonio, ante el tribunal penal integrado por los jueces Silvana Velasco, Marcelo Narváez y Galo Rumiguano, el exfuncionario destacó la importancia de la repotenciación de la Refinería de Esmeraldas para la economía del país y aclaró que los contratos más grandes para dicha obras fueron suscritos entre el 2008 y 2009.

Explicó que los contratos no son decididos por los gerentes sino por los directorios, luego de un largo proceso en donde intervienen más de 12 personas, en las fases jurídica, precontractual y contractual y, una vez firmados, corresponde vigilar el cumplimiento al fiscalizador y al administrador.

Sentado frente a los jueces y junto con su abogado defensor, Reinaldo Zambrano, Carlos P. Y. indicó que en el periodo 2011-2015, en que presuntamente se habría cometido el delito de delincuencia organizada, el gerente general de Petroecuador era Marco C., gerente de Refinación, y subgerente de operaciones, Diego T. Los tres procesados por el delito.

“Jamás Marco C. me pidió que beneficie a algún contratista, tampoco Diego T. me pidió algo parecido”, dijo, al señalar que tampoco Álex B. (quien ya fue sentenciado en este caso) se le acercó para algún tipo de concertación.

Además, aseveró que desde el 20 de julio de 2015, cuando Marco C. renunció a la gerencia de Petroecuador no lo volvió a ver, sino en esta audiencia de juicio, “ni siquiera en la cárcel nos vimos”.

Inclusive, agregó que cuando él (Carlos P. Y.) asumió la gerencia general de Petroecuador y mientras permaneció en el cargo, nunca le llamó para que ocupe algún cargo. “Nunca nos hemos reunido en algún sitio, no hay nada de eso, no nos hemos organizado…Nunca he ido a la casa del ingeniero Marco C., del ingeniero Diego T., o Álex B., ni siquiera los he ido a dejar”, enfatizó.

Respecto a la offshore, Capaya dijo conocer de su existencia por la prensa y luego Álex B. le regaló la empresa, fue entonces cuando supo los manejos económicos que se habían realizado a través de esta offshore. “Le llamé a Álex B. para que me dé explicaciones, pero siempre me daba evasivas”, aseguró.

Carlos P. Y. denunció ser víctima de persecución, especialmente luego de los denominados Capayaleaks que emitió, en donde se refería a presuntas irregularidades cometidas por los entonces contralor del Estado, Carlos P., y fiscal general, Galo Chiriboga Zambrano.

Prueba de ello, dijo, los abusos cometidos cuando fueron detenidos su suegra, su cuñado y familiares, por el caso Petroecuador.

Tras insistir en que jamás participó en acto alguno que lleve a delincuencia organizada y que por ello no hay videos, correos, llamadas telefónicas u otras pruebas, señaló que la asistencia internacional entregada a la Fiscalía por Panamá avala la falta de indicios.

Finalizó su testimonio, al indicar que no hay un solo dólar que haya recibido de Marco C. y de Diego T. (I)