Asesinos limpiaron la escena del crimen
La prueba de luminol realizada en el departamento del condominio El Edén, ubicado en Ceibos Norte, pone al descubierto el suplicio que atravesó Diana Marcela Zapata Quintero antes de ser asesinada a puñaladas.
William Aguilar, coordinador de las dependencias encargadas de la investigación, indicó que al ejecutar la prueba se visualiza que el piso de mármol color beige -el cual a simple vista estaba totalmente limpio- antes se encontraba lleno de sangre.
Las fotos, que permanecen como evidencia en la Fiscalía adjunta a la Policía Judicial del Guayas (PJ-G), revelan que el cuerpo de la víctima fue arrastrado desde su dormitorio, por los pasillos, cocina, lavandería, hasta que lo dejaron en uno de los baños del departamento.
“La víctima habría intentado escapar; en el interruptor de luz que está junto a la puerta de ingreso hubo señas de una mano con sangre”, precisó Aguilar.
Este proceso revela -con brillos azulados- hasta el resto más ínfimo de fluidos orgánicos.
“Se presume que fueron 4 personas que estuvieron dentro del domicilio de la víctima, inclusive hay huellas de pies descalzos, que con las investigaciones se determinará a quién pertenecen”, sostuvo el funcionario al agregar que cuando él acudió al levantamiento del cadáver se presumió que habían alterado la escena del crimen.
En este caso hubo dos personas detenidas. La primera fue “Verónica”, una adolescente de 17 años, que es hermana de María Cristina o “Titi”, también menor, principal sospechosa del asesinato y quien solo trabajó 15 días como empleada doméstica en casa de Marcela Zapata.
“Se le dictó internamiento preventivo por la infracción y la pena máxima que puede cumplir es de 4 años”, especificó Aguilar.
El otro capturado que quedó con prisión preventiva por el delito de robo con asesinato fue Samuel Andrés Ayala Bazurto. Este último -según información policial- era enamorado de “Verónica”.