La iniciativa gubernamental de combatir la usura a nivel nacional, fortalece la gestión de diversas organizaciones conformadas de manera aislada por quienes han sido afectados por prestamistas que actúan al margen de la ley.

A raíz de que el Ministerio del Interior impulsara la campaña para frenar el chulco y presentara el programa de recompensas para quien denuncie a aquellos que actúen como angiotistas, en la Sierra ecuatoriana se ha notado un poco más de unión entre los afectados.

Así lo dejan entrever los miembros del Movimiento Pro Justicia Contra la Usura y la Corrupción, creado por afectados de los usureros. Su presidenta, Norma Carrasco, celebra la iniciativa gubernamental, al señalar que “nos hemos quedado completamente en la calle, enfermos y sin nuestro patrimonio”, perdido por las deudas.

“No es justo que vivamos en la inclemencia, mientras los usureros en la opulencia, abusando de nuestros sufrimientos y trabajo de muchos años”, señala Carrasco, quien contrajo una deuda de 8 mil dólares que los utilizó en una cirugía y tratamiento en EE.UU.

Teresa Ordóñez, representante de este Movimiento en Loja, detalló que su organización la conforman 394 personas de Loja y Azuay. “Queremos ser parte de la solución de este problema, que se fiscalice y observe a jueces, fiscales, citadores y rematadores cuando se recupere los bienes en manos de los usureros”.

Indica que 4.500 dólares fue la deuda con que inició su pesadilla, de la que hasta ahora no despierta. Esta campaña -dice- significa que “a los chulqueros se les terminaron las ganas de robar y se hará justicia”.

Mirtha Salas, líder de la Asociación contra la Usura y la Corrupción, también perjudicada por un empréstito de 10 mil dólares, considera que la lucha contra la usura ha dado un gran salto, pero afirma que sus peticiones no tienen el eco suficiente en las autoridades competentes.

El problema se complica en la Costa, donde existe mayor temor por denunciar a los chulqueros, a quienes se los vincula, en muchos casos, con sicarios.

Y es que los afectados silenciosos también constituyen un buen porcentaje; no obstante, la dirigencia de estos movimientos alienta a las personas a frenar esta ilegalidad denunciándola a la línea 1800 DELITO (335486).