"Tranquila, yo tengo a mi angelito". Esa fue la frase con la que el fotógrafo Paúl Rivas se despidió de su novia, Yadira Aguagallo, al emprender su viaje desde Quito hacia Mataje, en Esmeraldas, para cumplir con una cobertura periodística sobre la situación de la frontera norte.

Han pasado nueve días desde que Rivas, junto con sus compañeros, el periodista Javier Ortega y el conductor, Efraín Segarra, fueron secuestrados. Hoy, medios colombianos difundieron un video en que los colaboradores de diario El Comercio dan a conocer las exigencias de sus captores.

La familia del fotógrafo permitió al equipo de Ecuador TV ingresar a su hogar. Guadalupe Bravo explicó que ese amor por la fotografía de su hijo, lo heredó de su padre, a quien Paúl llama "su angelito". 

Prueba de ello son las innumerables fotos y la colección de cámaras que adornan la casa.

Alejandra Rivas, hija de Paúl, también recordó la pasión de su padre por la fotografía. "Aunque sea con la cámara de su teléfono, pero es su manera de inmortalizar los momentos".

Yadira Aguagallo destacó al hombre que le gusta hacer reír a todos los que le rodean. Explicó que el día en que sus compañeros lo recogieron para el viaje, disfrutaron previamente de un almuerzo en familia. 

Aunque la situación es difícil y de incertidumbre, la familia confía en el retorno de Paúl y sus compañeros, a quienes les instan a mantenerse fuertes. 

También hacen un pedido a los captores: "Que los mantengan con vida, que no atenten contra su integridad y humanidad", apuntó Yadira. 

 Alejandra recalcó que su padre y sus compañeros son personas de paz, que estaban solo haciendo su trabajo. "Papi, si llegas a ver este mensaje, quiero que sepas que te amo mucho. Toda la familia está fuerte esperando tu regreso. Te esperamos en casa".

Finalmente, señalaron que estarán todos los días en la Plaza Grande, a las 19:00, hasta que regresen. (I)