Tras una firma de convenio interinstitucional se resolvió la restitución de diferentes montos  a 2.000 perjudicados por delitos informáticos de la banca privada.

El superintendente de Bancos, Pedro Solines, y el fiscal general, Washington Pesántez, se reunieron ayer para informar sobre la resolución que beneficiaría a los clientes de bancos ecuatorianos privados  y que fueron víctimas de la fragilidad del sistema informático.

En febrero pasado, las dos entidades conformaron una comisión para investigar más de 2.000 denuncias de pérdidas en sus depósitos en cuentas bancarias en diferentes instituciones financieras del país. Como resultado de las indagaciones, el informe reveló que se determina la responsabilidad directa o indirecta de éstas y  recomendó que los depositantes y usuarios perjudicados  de enero de 2010 a la presente fecha, reciban el resarcimiento de sus dineros.

Las dos autoridades informaron que las instituciones del sistema financiero reconocerán en un 100% a quienes hayan denunciado una pérdida económica  desde 1 a 2.000 dólares.

A quienes reclaman un monto desde 2.001 a 10.000 dólares se les restituirá un 80%,  y  a partir de este monto, la entidad financiera devolverá el 60% del valor.

Según Pesántez, los cuentahorristas que no acepten los montos señalados en la resolución podrán seguir las acciones legales para reclamar  la diferencia o el 100% de su patrimonio. A esto agregó que los procesos  de las personas que van a recibir los montos, se desestimarán.

Solines dijo que la decisión es inapelable e  inmediata. La devolución del dinero se hará mediante transferencia bancaria a sus cuentas corrientes o de ahorros de los bancos responsables, en un plazo máximo de 72 horas.

Para ello, la Superintendencia de Bancos y Seguros del Ecuador (SBS)  elevará la consideración de la Junta Bancaria para que las entidades financieras contraten una póliza de “Fidelidad Bancaria” que incluya la cobertura de delito informático y cibercrimen.

Ante este punto,  Xavier Almeida, gerente de GMS, empresa líder en soluciones integradas de telecomunicaciones y seguridades, considera que el usuario es el más afectado y las seguridades de los bancos son insuficientes.

Para el técnico, todos los consumidores de un computador se exponen a un peligro “inminente”.

Cualquier persona que sea usuaria de sistemas de mensajería instantánea, redes sociales o banca virtual, puede ser víctima de los llamados phishing, spyware y backdoors. Donde los primeros direccionan a páginas web falsas, donde su información puede ser robada; los segundos son capaces de robar contraseñas que la persona digita en su computador personal; y los últimos permiten al creador del virus entrar directamente a un computador y revisar la información del mismo.

Almeida informó que la información de un usuario es vendida al mercado “negro” a precios que oscilan entre 500 y 1.000 dólares, para  venderlo a cibercriminales.

Un estudio  presentado por GMS y Kaspersky Lab, que es una empresa especializada en productos para la seguridad informática a nivel mundial, demuestra que entre el 2009 y 2010 el  Ecuador tuvo un incremento del 360% de crimen cibernético.

El representante para la región, Dmitry Bestuzhev, explicó  que el 94% de   los programas de código malicioso hospedados en los servidores Web del Ecuador se encuentran en la provincia de Pichincha.

El experto señala que la causa principal de los ataques se debe a que los mecanismos actuales de seguridad que manejan son insuficientes contra los ataques modernos. “Este delito mueve más dinero que el narcotráfico y en el país existe relativa impunidad”, explicó.

Para esto, ayer,  la empresa Digiware, multinacional líder en seguridad de la información, inauguró un Centro de Servicios Gestionados de Seguridad (SOC). Andrés Galindo, vicepresidente de la organización, señaló que este respaldo permite monitorear  y gestionar en tiempo real los ataques mundiales de los cuales son víctimas los usuarios informáticos.   Esto  para mitigar sus pérdidas por fraudes y fugas de información. “Al día hay millones de ataques del mundo y la banca es la más afectada”, destacó.